¿Cuál debe ser el verdadero rol empresarial del Estado?

¿Cuál debe ser el verdadero rol empresarial del Estado?

La reciente expropiación de YPF por el gobierno argentino vuelve a poner a la palestra el tema del rol empresarial del Estado. ¿Cómo potenciarlo? Generando mayor competitividad para que existan cada vez más empresas, manteniendo claras las reglas del juego, invirtiendo en infraestructura para reducir los costos logísticos, etcétera.

Por: Juan Suito el 24 Abril 2012

Compartir en: FACEBOOK LINKEDIN TWITTER WHATSAPP

Un empresario invierte tiempo y dinero en buscar y analizar una oportunidad de negocio. Si es atractiva, arriesga su dinero en busca de una rentabilidad esperada, corriendo el riesgo de perder todo (o ganar más de lo que esperaba). Si a la empresa le va bien, al empresario también y si no puede perder todo. 

El empresario puede no recibir dividendos si la empresa gana sin tener flujos. Como es su dinero el que está en juego, se preocupa de comprar los activos necesarios, de poner al personal idóneo, sin excesos, controla los gastos, reacciona rápidamente a los cambios del entorno, etc. En suma, asume una serie de riesgos y se preocupa de mitigarlos y ser eficiente.

Ahora imaginemos que a un empresario le ofrecen un negocio "VIP" donde es dueño del 30% de las acciones, pero no tiene que invertir nada ni asumir el riesgo, cobra el 30% de las utilidades aunque no existan flujos y, por último, independientemente de la empresa, al usuario le cobra el 18% de lo que venda. ¿Qué posición de empresario es preferible, la "normal" o la "VIP"? Supongo que a nadie le cabe duda que la tendencia debería ser que todos prefieran ser el empresario VIP. 

El Estado es el empresario "VIP" de todas las empresas, dueño del 30% de las utilidades (Impuesto a la Renta), sin asumir riesgos ni invertir. Adicionalmente le cobra al usuario el 18% de lo que venda (IGV), les cobra impuesto a la renta a los trabajadores por su salario, IGV e IR a los consumos de los stakeholders, etc., con lo que termina ganando normalmente más que cualquier accionista común.

¿Cómo potenciar el rol "VIP" del Estado? Generando mayor competitividad para que existan cada vez más empresas, manteniendo un clima favorable que incentive la inversión, invirtiendo en infraestructura para reducir los costos logísticos, manteniendo claras las reglas de juego, con un Poder Judicial justo, invirtiendo en educación, nutrición, etc. Este debe ser el verdadero rol empresarial del Estado.

¿Qué pasa cuando el Estado se convierte en el empresario común? Pierde su posición "VIP", invirtiendo y asumiendo riesgos. Luego, como es plata de "todos" resulta siendo de "nadie" y en lugar de poner al personal idóneo estrictamente necesario, se convierte en una agencia de empleo para los favores políticos, no se preocupa de la eficiencia, trasladando la ineficiencia al usuario si es un servicio necesario, etc.

¿Es así en todo el mundo? No necesariamente. En países con baja corrupción y gran confianza, hay casos de éxito. Sin embargo, en el Perú, uno de los países con mayor desconfianza del mundo y con alto grado de corrupción, el marco legal impide una adecuada capacidad de reacción. 

Cada acción pasa por muchos controles y el tiempo es oro en negocios. En puertos, por ejemplo, hay empresas que se iniciaron como estatales (hoy con capitales privados) que están entre las Top 10 de competitividad mundial (PSA, DP World), mientras Enapu está entre las 10 peores.

¿Y qué pasa en las empresas consideradas "estratégicas"? En la gran mayoría de ellas no es necesario perder la condición "VIP", pero es necesario un mayor control del Estado. Esto se logra a través de las APPs donde el Estado exija resultados y las controle. Solo aquellas que afecten muy seriamente la seguridad nacional y no sean controlables ameritan la intervención estatal.

¿Qué se debe hacer para que el Estado desarrolle eficientemente su rol empresarial? ¿O no debe tenerlo?

Esta entrada contiene un artículo de:
Juan Suito
MBA con mención en Finanzas, ESAN. Ingeniero Industrial, Universidad de Lima. Ex Director General Secretaría de Transportes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. 
Profesor de la Maestría en Finanzas y Derecho Corporativo de ESAN