El desarrollo del país en los últimos 20 años ha mostrado un crecimiento constante, situación que ha producido que la actividad logística también se incremente de forma considerable: hay un uso intensivo del transporte debido a un aumento en la movilización de personas, mercaderías, equipos, etc. A su vez, esto ha provocado cambios en la estructura logística de todos los operadores, especialmente en el ámbito vial.
Por ejemplo, en el sector transportes se ha incorporado a un gran número de unidades, sin embargo, el crecimiento del mercado laboral no ha avanzado con el mismo dinamismo ocasionando un déficit de mano de obra, el incremento en los costos y una deficiencia en el servicio por la incorporación de personal escasamente preparado para actividades tan delicadas y especializadas como es la conducción de camiones y buses interprovinciales.
En líneas generales, esta falta de equilibrio en el mercado ha traído como consecuencia los siguientes problemas para el desempeño de las actividades de transporte:
• Falta de conductores profesionales especializados.
• Escasez de choferes calificados y con experiencia.
• Informalidad en algunos sectores de transporte con respecto a la calificación de personal.
• Incremento sostenido de los costos por mano de obra del sector.
• Capacitación y profesionalización inapropiada de los conductores.
• Improvisación y falta de instituciones dedicadas a la educación de conductores.
• Índice elevado de accidentes, infracciones de tránsito y de la delincuencia en las vías nacionales.
• Sobrecostos para las empresas que realizan su propio programa de inducción y capacitación.
¿Cómo hacer frente a esta problemática en el sector transporte?
Una manera de lograr que una empresa de transporte sea más competitiva y exitosa es a través de la homologación de la misma ante una certificadora de reconocido prestigio.
La homologación proporciona información de contraste entre la realidad de la empresa de transportes y aquello que los clientes esperan de su gestión. Lo que va a producir, sea esta una pyme, mediana o grande, es que la organización tenga un giro 360° en su estructura y manejo, lo cual provocará que sea más competitiva en un corto plazo y a un bajo costo.
Al término de este proceso, el proveedor tiene, como parte del resultado de la homologación, el detalle de aquellos aspectos que deben ser reforzados. A partir de la homologación se establece una mejora continua en una actividad recurrente efectuada con la finalidad de aumentar la capacidad para cumplir los requerimientos del cliente.
Por otro lado, la homologación del servicio de transporte también es un intercambio de información entre los clientes y el proveedor. El cliente considera que la homologación disminuye el riesgo en la elección de un nuevo proveedor. No obstante, existen otros hechos contractuales que definen la decisión de compra.
Otro aspecto a considerar, es que las empresas informales de transporte se vuelven formales ya que contarían con certificación de calidad y son auditados periódicamente por la entidad correspondiente, verificándose los requisitos de la norma. Asimismo, este proceso también les permite a las empresas de transporte formar alianzas estratégicas con los proveedores.
Una vez que estas compañías transportistas aprueban la evaluación de certificación de homologación, pueden acceder a nuevos clientes corporativos que exigen contar con este documento. Además, lograrán mejoras en los tiempos y procesos de sus servicios, en la calidad de sus auxiliares, choferes, supervisores de transporte terrestre, en el clima laboral desde la persona que abre la puerta hasta el presidente del Directorio, en el control de seguridad y de calidad; reducirán costos, sobrecostos, robos, número de papeletas o multas y accidentes, entre otros.
Todo esto genera un aumento en la cartera de clientes potenciales y corporativos, así como el crecimiento de la empresa y mayores utilidades, permitiendo a la pequeña empresa en convertirse en un David frente a varios Goliats sin bajar el precio del servicio del flete terrestre y compitiendo de igual a igual con las grandes compañías de transporte terrestre en el país.
El Gobierno debería fomentar, a través de una norma (a implantar en el corto plazo), la homologación en todas a las empresas de transporte terrestre de carga y pasajeros para mejorar nuestra competitividad logística como país. El éxito radica en capacitar de manera permanente al factor humano de las empresas de transporte.
¿Usted considera que la homologación permitirá mejorar la situación del sector transporte en el país?