El encanto de la intuición

El encanto de la intuición

La expresión "toma de decisiones" es utilizada en diferentes contextos: la administración pública, los negocios* e incluso en el ámbito personal o cotidiano. Escoger entre dos o más opciones es algo que se hace todos los días**. El dilema está en definir la herramienta más eficaz y precisa que nos ayude a elegir.

Por: Felipe Arturo Loyola el 04 Abril 2017

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A lo largo de la historia el hombre ha empleado distintas formas de afrontar disyuntivas, como las basadas en posibilidades a través del cálculo y gestión del riesgo, o las que necesitan de un consenso de grupo, apoyo tecnológico o simplemente la intuición.

Sea cual fuere la forma escogida, de uso único o combinado, todas dieron sus resultados en contextos y situaciones únicas; y todos los casos exitosos fueron caracterizados por personas que tuvieron algo en común: "una gran dosis de dominio personal".

Peter Senge describe este rasgo común señalando que estas personas "no pueden permitirse tener que elegir entre la razón y la intuición, o entre el corazón y la cabeza, de la misma manera que no elegirían caminar con una sola pierna o ver sólo por un ojo"1. Por lo tanto, según Senge, bajo este modelo se toman decisiones a partir de la experiencia y el juicio personal acumulado.2

Si nos remontamos a una etapa más temprana del ser humano, como es la infancia, podríamos definir a la intuición como una interiorización simple de movimientos y percepciones bajo imágenes representativas, tal como lo señala Jean Piaget en su obra "Seis estudios de psicología"3.

En este período no requerimos de muchas variables para decidir si hacemos una cosa u otra; simplemente nos apoyamos en la pequeña experiencia que tenemos acompañada de nuestra intuición. Este punto podríamos complementarlo con el siguiente postulado de Burke y Miller: "la intuición resulta de un proceso mental subconsciente, que se sustenta en la historia anterior del individuo".4

En otras palabras, no es necesario manejar demasiada información para emprender un nuevo proyecto u optar por una alternativa u otra, en un determinado negocio o incluso dentro de la alta gerencia.

Un elemento adicional

Si bien conocemos los diferentes postulados que existen para tomar decisiones, es importante hacerlo con un enfoque racional y con toda la información disponible de manera que no demos un paso en falso.

Además, tampoco se puede desestimar la posibilidad de utilizar un "elemento" más que, aunque no requiera de muchas variables, puede ser parte de nuestro quehacer diario. Sin embargo, a pesar de ello se ha señalado que "la inteligencia está detrás tanto de la intuición como del análisis".

Como señala Malcolm Gladwell en su obra Inteligencia intuitiva, "quienes son buenos tomando decisiones no son aquellos que procesan más información o que dedican más tiempo a deliberar, sino aquellos que han perfeccionado el arte de hilar fino, de extraer los pocos factores que realmente importan a partir de una cantidad desmesurada de variables".

En otras palabras, no es necesario manejar demasiada información para emprender un nuevo proyecto u optar por una alternativa u otra, en un determinado negocio o incluso dentro de la alta gerencia.5

Pero la gran pregunta es ¿este valioso recurso puede cultivarse o desarrollarse? Muchos sugieren que si es posible (como John Hammond, Ralph Kenney, Howord Raiffa y Max Bazerman); lo que no se ha establecido es el cómo.

Sin embargo, existen algunos rasgos que pueden caracterizar a las personas que tienden a tener mayor facilidad para tomar una decisión basada en la intuición, como son: aquellas que no están vinculadas con aspectos de rigor científico, aquellas que poco o nada utilizan la causalidad, las que tienen cierto conocimiento de tema implicado (adquirido por la experiencia), entre otros aspectos, que de ser necesario podrían investigarse más a fondo.


 

*Buchanan, L. y O'Connell, A. (julio, 2006). Breve historia de la toma de decisiones. Harvard Deusto Business Review (148) pp. 16-25. 

**Robbins, Stephen (1987). Administración teórica y práctica. Prentice-Hall Hispanoamerica S.A. Mexico.  Tomado de: Solano, A. Toma de Decisiones Gerenciales. Tecnología en Marcha. Vol. 16 N˚ 3.

Senge, P. (1990). La Quinta Disciplina. Editorial Granica.

Robbins, S.(1999). Comportamiento organizacional. 8va.edición. Prentice Hall. México. Toma

Piaget. J (1991). Seis Estudios de Psicología. Editorial Labor, S.A.

Burke, L. A.,; Miller, M. K. (1999). Taking the Mystery out of Intuitive decisión making. Academy of Management Executive. Vol. 13, No. 4, Themes: Structure and Desicion Making (Nov., 1999), pp. 91-99

Gladwel, M. Inteligencia Intuitiva. Grupo Editorial Penguin Randow House. 2014.

En otras palabras, no es necesario manejar demasiada información para emprender un nuevo proyecto u optar por una alternativa u otra, en un determinado negocio o incluso dentro de la alta gerencia.