Para mantener o conquistar nuevos mercados internacionales, las empresas agroexportadoras peruanas deberán organizar austeras, pero inteligentes misiones comerciales a Europa, Norteamérica, Medio Oriente y países del Golfo, algunos países africanos y países orientales como China, Japón, Taiwan, Singapur, Corea, Tailandia, Indonesia, etc.
Esto se debe añadir a la exploración de mercados en países caribeños y sudamericanos como Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia, Brasil (ojo con la oportunidad que nos brinda la carretera interoceánica), etc. Asimismo, convendrá fortalecer el mercado nacional que poco a poco viene incrementado el porcentaje de consumidores.
No se asuste. No estamos diciendo que una empresa deba desarrollar misiones comerciales a todos esos países. Lo que sostenemos es que se debe mirar a esos mercados, detectar sus necesidades y, en función de las investigaciones realizadas, trazar los planes de expansión empresarial mediante mayores compras a proveedores o adquisición de nuevas extensiones de tierras. Nuevamente las áreas de marketing, producción y comercialización deben estar sintonizadas.
La apertura constante de los mercados nos permitirá contrarrestar cualquier crisis internacional y en ese sentido es crucial profundizar la internacionalización de nuestro país. ¿Cómo hacerlo? La diversificación debe desarrollarse mediante la promoción de productos y participando en ferias internacionales de manera organizada y en bloque; ejecutando viajes empresariales para mantener, fidelizar o ganar nuevos clientes.
Participar en ferias no implica obligatoriamente la exposición de productos. Se puede acudir a un evento ferial para obtener información acerca de mercados, tendencias, competidores, proveedores, compradores, etc.
Es importante mejorar los vínculos con los sistemas de distribución internacional (importadores, redes de distribución, gestión logística). Atrayendo nuevas inversiones, especialmente las que propendan a la extensión de nuestra frontera agrícola como a la instalación de plantas agroindustriales.
Promoviendo el turismo y la gastronomía, pues son consumidores de los productos del campo. Vender alimentos a un turista equivale a exportar. En este terreno notamos avances importantes y es preciso no perder el paso. Por ello, la difusión de nuestra cultura y marca país juega un rol de primer orden.
Las empresas deben ajustar o afinar sus planes de negocios y de marketing. Cada una de nuestras actividades empresariales debe ser desarrollada con una mayor competitividad y una resaltada cultura de la calidad. El Estado debe cumplir un adecuado y eficiente rol social, estructural, promotor y facilitador, además de transmitir al mundo la mejor imagen de estabilidad, seguridad, formalidad, etc.
¿Qué otras propuestas haría usted para profundizar la internacionalización de nuestras agroexportaciones?
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Esta entrada contiene un artículo de:
Arturo Rosadio Quevedo
Pasantía de Agronegocios en la UC Davis, California (EE.UU.). Especialidad técnica en ferti-riego o riego por goteo, Instituto Ruppin (Israel). Manejo agronómico de la uva de mesa de exportación, Frupac International Corporation INC y Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Profesor de la Maestría en Administración de Agronegocios de ESAN