La responsabilidad social en los agronegocios

La responsabilidad social en los agronegocios

Un tema fundamental en la cada vez más desarrollada y dinámica actividad agraria o agrícola es la responsabilidad social corporativa. Lo importante hoy es contar con una filosofía incorporada en la misión de los negocios modernos, donde la práctica efectiva de la responsabilidad social corporativa (RSC) se vea como una inversión y no como un gasto.

Por: Antonio Cornejo el 15 Agosto 2013

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cornejo_responsabilidad_social_agronegocios.jpgCuando me invitaron a escribir un tema relacionado con la Maestría en Administración de Agronegocios, lo primero que me puse a pensar fue que debía ser uno completamente fuera de lo común y no necesariamente basado en lo tradicional, que tiene que ver con organización, planeamiento, desarrollo, posicionamiento, comercialización, entre otros. Por ello recurrí a las herramientas de trabajo que empleo en mis sesiones de relaciones comunitarias y desarrollo rural y que practicamos con los participantes de la maestría.

Así, encontré el tema de responsabilidad social corporativa asociada a la cada vez más desarrollada y dinámica actividad agraria, agrícola y, especialmente, en el rubro de agronegocios, espacio donde comentamos el valor agregado que se le asigna a la actividad en referencia y lo importante que significa para la organización, cualquiera sea su dimensión, contar con una filosofía incorporada en la misión de los negocios modernos, donde la práctica efectiva de la responsabilidad social corporativa (RSC) se vea como una inversión y no como un gasto.

Lo importante ahora es mantener viva la organización haciendo sostenible el negocio, pero con transparencia y ética, rindiendo cuentas permanentemente, promoviendo la competitividad a través del cuidado de la marca, lo que al final se traduce en reputación.

Resultó muy grato enterarme de que las nuevas empresas donde laboran mis alumnos, en algunos casos, ya  tienen un concepto muy preciso de la RSC y, lo que es más importante, ya cuentan con políticas básicas y estrategias relacionadas, aun cuando todavía se hace necesario contar con el recurso humano y técnico idóneo que podrían ejercer una labor mucho más eficaz y poderosa para esta tarea tan sensible e importante dentro de las empresas agroindustriales nacionales, pues generaría el posicionamiento de la marca, así como el orgullo de sus trabajadores y familias, accionistas, clientes, proveedores, socios estratégicos, entre otro público vinculado.

Sin embargo, fue necesario sistematizar con los participantes la parte académica y de concepto respecto a cómo debíamos enunciar el concepto de RSC y, gracias al aporte de todos, logramos describir a la responsabilidad social corporativa como "la  conducta ética de una empresa para operar con valores, transparencia, honestidad, cuidado del ambiente y respeto a los derechos humanos, promoviendo el desarrollo de sus grupos de interés y rentabilidad para sus accionistas".

A partir de dicho enunciado hemos tratado de manera colectiva y en profundidad acerca de esta nueva estrategia empresarial, la misma que ya existe desde principios del siglo XX en América, pero a través de una connotación de tipo voluntaria, no vinculante, filantrópica hacia la sociedad.

A la fecha esta nueva corriente ya forma parte de la gestión de negocios con iniciativas clave incorporadas en los años 90, manteniendo los temas transversales y comunes en los países de la región, tales como el comportamiento ético de la empresa, adecuadas condiciones laborales, desarrollo comunitario y conservación ambiental. La responsabilidad social corporativa fue liderada en sus inicios por organizaciones sin fines de lucro, básicamente asistencialistas europeos y también en Estados Unidos sin que hasta la fecha en nuestra región ni en el Perú los gobiernos se preocupen por institucionalizarla o considerarla como parte de una estrategia empresarial integrada.

Podría ser que tal vez por el hecho de que sea una política voluntaria no regulada legalmente y que en ciertas empresas se venga implementando de manera progresiva y sostenida, le agregue más valor a su desempeño con resultados interesantes.

sumillas_agronegocios_cornejo.jpgCon el notable crecimiento económico que viene registrando nuestro país, donde los tratados de libre comercio (TLC) priorizan la comercialización de productos naturales tradicionales y no tradicionales, las empresas que se han dedicado al negocio de productos agrícolas, especialmente a la exportación y comercialización local, están comprometidas para ser cada vez más competitivas y estar preparadas para atender la demanda externa con calidad, cantidad y oportunidad.

Para esto será muy importante implementar herramientas modernas de gestión y es por ello que, además de contar con una infraestructura y tecnología de punta en las actividades de los negocios agrícolas, es igualmente importante que los profesionales dedicados a esta especialidad, cuya tarea principal es asegurar la capacidad alimenticia nacional y mundial, implementen políticas que hagan de sus negocios un modelo empresarial prestigioso.

Así, debemos orientarnos a constituir centros de producción que, además de cumplir con sus obligaciones tributarias, laborales, ambientales, sanitarias, entre otras, también -y sin tener la obligación legal- asuman compromisos voluntarios con la sociedad que lo rodea, especialmente con sus vecinos inmediatos promoviendo ejes de desarrollo social como la salud, la educación, la recreación, la nutrición y la capacitación, de manera que la intervención de la empresa no se perciba como una de tipo asistencialista ni paternalista.

Otro contexto a analizar resulta el de la responsabilidad social del Estado y, como no también, de la sociedad.  En una próxima oportunidad compartiré más de estos temas que necesariamente deben articularse para constituir el triángulo del desarrollo.

¿Observa usted que las empresas del sector agroindustrial vienen implementando medidas de responsabilidad social corporativa?

Esta entrada contiene un artículo de:
Antonio Cornejo
Maestría en Recursos Humanos y Licenciado en Relaciones Industriales de la Universidad San Martín de Porres. Gerente de Relaciones Comunitarias en Antamina. Experiencia en asuntos sociales, laborales, comunitarios, comunicacionales y de responsabilidad social.
Profesor de la Maestría en Administración de Agronegocios de ESAN