Si no te ven, no te compran: cómo gestionar la visibilidad y la marca personal

Si no te ven, no te compran: cómo gestionar la visibilidad y la marca personal

Si no nos ven, no nos contratan ni nos promocionan. Para avanzar necesitamos gestionar nuestra propia visibilidad, un activo profesional estratégico.

Por: Neus Arqués el 08 Noviembre 2017

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Un entorno laboral cada vez más inestable requiere que los profesionales definamos nuestros valores y los comuniquemos, con el objetivo de diferenciarnos ante nuestro público. Ya no basta con «ser conocido», sino que importa «ser conocido por»: por ofrecer soluciones rápidas, por centrarnos en un producto determinado, por ser especialistas en el tema X. Nuestra marca nos permite singularizarnos a los ojos de los demás. 

Ya no basta con «ser conocido», sino que importa «ser conocido por»: por ofrecer soluciones rápidas, por centrarnos en un producto determinado, por ser especialistas en el tema X.

Esta diferenciación resulta imprescindible no solo para el avance, sino para la misma supervivencia laboral. Los mercados son espacios donde cada vez hay más concurrencia. ¿Cuántas personas conoce que prestan los mismos servicios que usted? Y la pregunta clave: ¿en qué se diferencia usted de ellas? No se trata de ser mejor que el resto: se trata de sacar partido de aquellos valores propios que nos hacen distintos.

Fases del plan de visibilidad 

Un plan de visibilidad parte precisamente del profesional y lo ubica en su mercado. De dentro hacia fuera, el plan se desarrolla en tres fases. 

  1. Marca: En primer lugar, el plan de visibilidad analiza los atributos que definen al profesional: su misión, sus valores y los objetivos que se propone.
  2. Posición: En la segunda fase, el plan estudia cuál es la reputación actual de dicho profesional, cuáles son las características que le hacen diferente de sus competidores y, finalmente, a qué público específico dirige su propuesta.
  3. Estrategia: La tercera fase se dedica a diseñar la estrategia para que el profesional comunique su propuesta a su público de forma rentable y eficaz.

Éste es un modelo orgánico que huye del spam: la visibilidad es rentable si está pensada para aquellas personas a quienes nos dirigimos. Por otro lado, es importante dedicar a la promoción el esfuerzo justo, para no agotarnos abriendo infinidad de perfiles sociales que después mueren de inactividad.

En un momento de cambio estructural la sociedad necesita contar con todo el talento. Hacer visible la propia marca y propuesta de valor forma parte ya de la descripción de nuestro puesto de trabajo.

Ya no basta con «ser conocido», sino que importa «ser conocido por»: por ofrecer soluciones rápidas, por centrarnos en un producto determinado, por ser especialistas en el tema X.

Neus Arqués

Escritora y analista especializada en Gestión de la visibilidad. Neus es autora de diecisiete libros, entre los que destacan Aprender comunicación digital (Paidós) y Curso de escritura para mujeres muy ocupadas (Alba). Está considerada una de las 35 españolas más influyentes en Internet.