El Perú necesita mayor presencia de la mujer rumbo al 2021

El Perú necesita mayor presencia de la mujer rumbo al 2021

La política de modernización de la gestión pública al 2021 y la actualización de la gestión en el sector privado, la academia y la sociedad civil requieren de una mayor participación de las mujeres para lograr resultados efectivos.

Por: Fernando Elías Bastarrachea el 03 Mayo 2018

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El estudio "Brechas de género, 2017: Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres" (INEI, setiembre 2017, p.97) revela que aún existe una brecha salarial: las mujeres ganan en promedio 29.2 % menos que sus pares masculinos. Además, se registra mayor presencia laboral: al menos cinco de cada diez trabajadores en el sector público y tres de cada diez en el privado son mujeres. 

Autonomía económica

Indicadores globales, como el Índice de Desigualdad de Género (metodología PNUD), reflejan la capacidad de las mujeres para generar ingresos y recursos propios, a partir su acceso a un trabajo remunerado en igualdad de condiciones que los hombres. En Perú, este indicador se encuentra en un nivel de 0.391, un avance interesante si consideramos que en el 2000 se registró un nivel de 0.526, pero insuficiente al recordar que la mitad de la población son mujeres.

La sociedad también establece obstáculos que obligan a la mujer a desarrollar niveles de creatividad para lograr sus sueños y combatir paradigmas.

El empoderamiento individual sustentado en el fortalecimiento de sus capacidades es un factor clave. Es grato constatar que entre la población estudiantil se ha logrado igualdad en el acceso a la educación. En el 2016, los hombres y mujeres en Perú tuvieron el mismo promedio de años de estudio: 10.0. La expectativa es que esa relación se mantenga. Si bien a partir de ese momento se ha incrementado el número de mujeres peruanas que acceden a educación universitaria, solo 16 de cada 100 cuentan con ella, según la Encuesta Nacional de Hogares del INEI. 

Retos

La educación permitirá formular un Perú moderno, ya que los estudios demuestran el alto nivel de correlación entre educación, empleo y autonomía económica. Este desafío adquiere mayor importancia con otras investigaciones que evidencian, por ejemplo, el crecimiento del nivel de salud a medida que aumenta la educación. Desde la mirada económica, los beneficios evaluados a partir del valor actual neto de ganancias que obtendrá una persona en su futuro serán mayores, comparadas con la inversión realizada. 

La sociedad también establece obstáculos que obligan a la mujer a desarrollar niveles de creatividad para lograr sus sueños y combatir paradigmas. Por ello, resulta retador su preparación para el éxito y las oportunidades que se empiezan a dar en los mercados para orientar su liderazgo y desarrollo de habilidades duras y blandas, el acceso a redes y mercados para los productos que generen, la creación de valor para los activos que produzcan y una asignación mejor proporcionada de los roles familiares. 

En el nuevo modelo de liderazgo que exige el mundo global es clave que las mujeres aprovechen toda oportunidad para fortalecer competencias que les permitan dirigir al interior de sus instituciones y empresas. A largo plazo, ello devendrá en mayores niveles de autonomía económica y, por ende, mayor felicidad. Por eso, las agendas de los países tienen el desafío de lograr una mayor inserción femenina en el mundo laboral. ¿Cómo se evidencia esta inserción en tu empresa? Cuéntanos tu experiencia.

La sociedad también establece obstáculos que obligan a la mujer a desarrollar niveles de creatividad para lograr sus sueños y combatir paradigmas.