Hace más de 40 años, en San Francisco, Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne crearon Apple, cuyo valor público alcanzó la cifra récord de 1 billón de dólares en el 2018. Este 2019, Uber celebra su décimo aniversario desde que se fundó como start-up en la misma ciudad y tiene un valor proyectado de 120 000 millones de dólares.

La proyección de Uber implica un aumento de 2.5 veces su valor en el 2017, es decir, 48 000 millones de dólares. Igual de relevante son sus planes de crecimiento y los compromisos firmados con líderes del sector automotriz, como Volvo. El plan es adquirir modelos SUV de lujo durante los próximos dos años y formar una flota de vehículos autónomos, a la par que posiciona a la marca sueca como principal proveedor del sector de servicios de viajes compartidos.

Todo indica que será cuestión de tiempo para que Uber alcance el valor récord obtenido por Apple, al igual que muchas otras start-up que le siguen los pasos bajo el mismo modelo de crecimiento e impacto en sus mercados respectivos. Estamos ante el nacimiento de una nueva economía, y ya no basta con ignorar a sus jugadores o pretender luchar contra ellos en el marco político y legal. El sharing economy llegó para quedarse.

Con el sharing economy estamos ante el nacimiento de una nueva economía. En la actualidad ya no basta con ignorar a los jugadores o pretender luchar contra ellos en el marco político y legal.

Nuevo concepto en boga

Las principales casas de estudios y editoriales del mundo empiezan a darle más importancia al sharing economy. Albert Cañigueral se refiere a este concepto como un nuevo elemento o perfil del consumidor en un artículo para Harvard Deusto. Además, reflexiona sobre cómo pueden adaptarse las empresas tradicionales a este nuevo modelo económico, formado por una plataforma que conecta a una multitud de personas con ofertas y demandas conocida como crowd, dicho de otra manera, dónde y quiénes ejercen la economía colaborativa.

Muchos se preguntan si el sharing economy solo es un fenómeno relacionado con el comportamiento del consumidor o un modelo económico distinto al que estamos acostumbrados. Surge, además, la necesidad de conocer en qué mercados y de qué manera nos gustaría encontrar más opciones bajo este modelo.