El 11 de mayo de este año, el Fraser Institute publicó una nueva edición de su Encuesta anual de compañías mineras, la cual recoge la percepción de los ejecutivos del sector sobre el clima de inversión en los países y regiones con más potencial para el desarrollo de proyectos. Si bien Perú escaló ocho posiciones y logró ubicarse en el puesto 34, es importante revisar con más detenimiento la situación actual del sector para entender cuán amigable resulta en verdad para los inversionistas extranjeros.

El Perú siempre ha sido un país atractivo para las inversiones por su alto potencial geológico. Tenemos una tierra bastante rica en recursos minerales, como el oro, la plata, el cobre, el plomo, el estaño y el hierro. Sin embargo, existen algunos problemas críticos que se han acrecentado durante los últimos años y que es necesario resolver para recuperar la inversión en el sector minero.

Obstáculos principales

En los últimos años, hemos atravesado un contexto político complicado que se caracteriza por un enfrentamiento constante entre el Ejecutivo y el Legislativo, con una tendencia notoria a querer modificar las reglas de juego. Ello genera una alta preocupación entre los inversionistas, pues nada les asegura que puedan recuperar su inversión a largo plazo.

Otro grave problema son los conflictos sociales que se han intensificado durante los dos últimos años, sumados a la escalada de violencia que se registró durante el segundo semestre del 2022 y los dos primeros meses de este año. A ello debemos agregar la burocracia constante en la obtención de permisos para empezar las operaciones. Estos tres factores no solo disminuyeron la inversión en nuevos proyectos para el sector, sino que los ya existentes tuvieron que detener sus actividades por razones de seguridad.

Un ejemplo concreto de esta problemática es la situación de Yanacocha. La empresa Newmont, que ya había postergado su decisión de invertir en este proyecto durante dos años, anunció el 20 de junio que este retraso se prolongará por dos años más. Otros proyectos en estado crítico son Tía María y Conga, cuyos conflictos sociales todavía no se han podido resolver después de mucho tiempo.

Desafíos clave para el sector

Es importante tomar en cuenta que los resultados en el ranking del Fraser Institute son bastante relativos. Además de que esta edición reciente incluye menos empresas que en años anteriores, las entrevistas a ejecutivos se realizaron antes de que se suscitaran los conflictos ya mencionados del segundo semestre del 2022 y es muy probable que, de haberse realizado la encuesta en marzo de este año, nos ubicásemos en puestos más bajos.

En ese sentido, es importante que el Gobierno busque estrategias óptimas para disminuir la conflictividad social, pues muchos pobladores tienen una percepción negativa de la minería, ya que no se benefician de los impuestos que paga el sector. Es un problema de gestión que los tres niveles de Gobierno deben resolver. Asimismo, es crucial optimizar los procesos para emitir los permisos. Estos pequeños pasos demostrarán a los inversionistas que el país avanza por un rumbo más optimista.

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