Con el paso de los años, las empresas familiares desarrollan un legado, el cual deben ser capaces de protegerlo, aumentarlo y lograr que trascienda en el tiempo. Asimismo, es importante que los líderes empresariales sepan traspasarlo a la siguiente generación familiar y que esta sea capaz no solo de mantenerlo, sino también de expandirlo.

Es importante precisar que el legado empresarial no es lo mismo que una herencia familiar, la cual se entiende como bienes tangibles que se pueden repartir a los miembros de la siguiente generación en partes más o menos iguales. El legado es un motivo de unión y un deseo de seguir adelante con el negocio de la familia, el cual se transmite de generación en generación.

Casos de éxito

La empresa de chocolates La Ibérica, fundada en 1909 y actualmente dirigida por miembros de la tercera y cuarta generación familiar, ofrece productos de calidad con los cuales este año busca expandirse a nuevos mercados internacionales. Tan solo en enero, la firma anunció su ingreso a Chile, país con el mayor consumo per cápita de chocolates más alto de Sudamérica.

Otro ejemplo interesante de legado exitoso es el de la empresa de dulces San Roque. Fundada en Lambayeque en 1920, logró el éxito nacional gracias a su producto estrella King Kong. Hoy es dirigida por miembros de la tercera generación familiar, cuenta con numerosas tiendas en el Perú y sigue apostando por ingresar a nuevos mercados internacionales.

Recomendaciones importantes

Si una empresa familiar quiere que su legado perdure en el tiempo, los miembros a cargo deben preparar a la siguiente generación desde niños. Es necesario capacitarlos tanto para el desarrollo de competencias técnicas de gestión como también para la adquisición de habilidades blandas. Asimismo, se les debe inculcar conceptos clave como los valores, la exigencia, la ética y el emprendimiento.

Es importante precisar que el proceso de sucesión en una empresa familiar puede durar pocos años, pero el traspaso del legado de una generación a otra debe empezar mucho más temprano. Recordemos que, en las grandes familias con buen nivel económico, los jóvenes tienen muchas puertas abiertas en el mundo laboral. En ese sentido, es necesario entusiasmarlos y construir con ellos lazos emocionales que les motiven a continuar con el legado del negocio.

En el ámbito legal, es importante que la sucesión se realice respetando las normas correspondientes. Sin embargo, es necesario tener claro que no todos los hijos tienen los mismos intereses. En ese sentido, si bien cada uno recibirá un patrimonio más o menos similar, el legado debe traspasarse a los miembros con el perfil más adecuado.

Es necesario que el patriarca o quien esté al mando del negocio familiar tome consciencia de que no es eterno. Asimismo, los jóvenes cada vez están menos dispuestos a esperar tanto para asumir nuevos roles en las empresas. Por ello, el patriarca debe esforzarse por empezar a formar a los próximos líderes del negocio lo más tempranamente posible.

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