
Un estudio AdWeek detalla que el 55 % de los consumidores de EE. UU. piensa que las marcas tienen un papel más importante que sus gobiernos para crear un futuro mejor. Los consumidores esperan que las marcas vayan más allá de su función y tengan un impacto social, adopten una posición y reflejen sus valores personales. Las compañías están respondiendo a esas llamadas a la acción a través del activismo de marca.
La tendencia de brand activism busca que las marcas sean un factor de cambio en la sociedad y no solo persigan su propio beneficio económico. Gracias al boom de las marcas activistas, las empresas enfrentan la necesidad de crear un movimiento, una fundación o una campaña que refleje sus políticas activistas. De ese modo, los potenciales clientes podrán ver en la práctica el impacto que genera la compañía con la promoción de una causa.
¿Pero cómo puede una marca ser activista? AdWeek determinó que existen cuatro áreas clave en las que las empresas deben trabajar su activismo:
En la actualidad, el brand activism es un enfoque imprescindible para que los mensajes de las empresas resuenen con los consumidores en un nivel más emocional. Y más que nunca, representa una oportunidad para las marcas de causar impacto.
Fuentes:
AdWeek. "Brand Activism Is Driving More Meaningful Connections".
AdWeek. "5 Types of Activism Every Brand Should Prepare for, Even If You're Not Taking Sides".
Marketing News. "Marcas activistas: no nacen pero... ¿se hacen?".
PuroMarketing. "Del activismo del consumidor al activismo de las marcas".
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Lydia Arbaiza, decana de ESAN, destacó en Gestión que la orientación a resultados es la filosofía clave para que las empresas peruanas trasciendan la coyuntura y aseguren su sostenibilidad. Arbaiza soslayó que, siguiendo el ejemplo de gigantes como Alicorp o AJE, las organizaciones deben adoptar una cultura de ejecución y medición constante.
Carlos Aguirre, profesor de los Programas del área de Finanzas de ESAN, analizó en Gestión la delicada convivencia entre el Consejo de Familia (que vela por el legado) y el Directorio (enfocado en la estrategia y meritocracia) en las empresas familiares. Para mitigar estos conflictos, priorizó la importancia vital del Protocolo Familiar: un marco normativo que actúa como árbitro para garantizar que la armonía familiar no sacrifique la competitividad del negocio.
Jhonnatan Horna, profesor del área de Operaciones y Tecnologías de la Información de ESAN, precisó en Gestión que la adopción de la IA no es un desafío tecnológico, sino de gestión del cambio. El docente sostuvo que, para evitar que estas herramientas terminen abandonadas, los líderes deben priorizar la utilidad real sobre la novedad y crear un entorno seguro donde el equipo pueda experimentar sin miedo al error.