El impedimento de salida al expresidente Alan García y su pedido de asilo a Uruguay suma un episodio más al particular panorama político de este año. Junto a la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la residencia de la República, la investigación de Keiko Fujimori por supuesto lavado de activos y las disputas en el Congreso solo alentaron a un estrés polítuco que hoy repercute en la estabilidad económica.
Según el reporte global de competitividad del Foro Económico Mundial 2017-2018, el Perú se ubicó en el puesto 89 de 137 en la categoría pagos irregulares y sobornos. Pese a ello, Jorge Guillén, profesor del MBA de ESAN, explica que se mantiene un crecimiento promedio de 3 %, respaldado sobre todo por los rubros pesca y servicios, mientras que construcción y minería no han sido tan determinantes como en años anteriores.
La incertidumbre y el ruido político han afectado la inversión pública y privada. Para Guillén, ambas presentan una tasa de crecimiento por debajo de lo esperado y muchas obras enmarcadas en proyectos, como la reconstrucción del país y los Juegos Panamericanos, no avanzan al ritmo programado.
Fuente: Gestión