¿Cómo aumentar el valor de marca de las instituciones educativas?

¿Cómo aumentar el valor de marca de las instituciones educativas?

Otto Regalado, director comercial de ESAN y profesor del MBA, explica que para ello hay que centrarse en aspectos como la calidad de los docentes, la implementación de actividades internacionales y las redes de contactos. Los detalles en este artículo para gestión.

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Para lograr un diferencial importante respecto a su competencia, la institución educativa debe enfocarse en innovar las actividades dentro del eje medular de su negocio y luego extenderse hacia los servicios complementarios.

Desde el punto de vista del marketing y los negocios, la educación es un servicio dividido en tres niveles: primario, secundario y terciario. En la actualidad, contamos con una gran oferta de instituciones que brindan estos servicios educativos, centrados en la trasmisión de conocimientos. Por ello, cada una debe buscar un elemento que la diferencie del resto.

Comparto un par de conceptos antes de empezar. La creación de valor es el conjunto de actividades que aumentan el valor de los productos de una empresa, sean bienes o servicios, ante el consumidor. Asimismo, entendamos el valor de marca a todo lo que adquirieron estos productos durante su vida.

Recomendaciones importantes

La diferenciación debe empezar por las actividades que integran el eje medular del negocio, es decir, su core, y luego extenderse a los servicios complementarios. En primer lugar, tenemos los aspectos académicos que involucran la metodología. Aquí se necesita que el profesor incentive el debate de los temas estudiados entre los estudiantes. Se debe transitar desde el conocimiento puro hasta su aplicación.

El segundo elemento que se debe transformar es la calidad de los docentes, de modo que puedan transmitir los conocimientos y las experiencias de la mejor manera a los alumnos, según el nivel en que ellos se encuentren. El tercero es la implementación de actividades que permitan a los estudiantes viajar a otros países y ganar experiencia internacional.

El cuarto elemento es la red de contactos. Debemos asegurarnos de que cada estudiante encuentre en el aula a las personas con las que desea relacionarse a futuro y que le ayuden a crecer profesionalmente y aspirar a trabajar en empresas importantes del país o en el exterior.

El quinto y último elemento consiste en la implementación de tecnología en la infraestructura de la institución educativa. No basta solo con tener aulas bien adecuadas, sino también equipos y sistemas en la biblioteca, estacionamiento y cafetería. Esta tecnología incluye sistemas, accesos, bases de datos y softwares que permitan a los estudiantes seguir sus cursos de manera online o semipresencial.

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Fuente: Gestión