
En un contexto donde la crisis económica y los cambios en las políticas económicas globales son constantes, la resiliencia organizacional se ha convertido en un factor fundamental en el crecimiento de una compañía. Se llama así a la capacidad que tienen las empresas para anticiparse, prepararse y adaptarse a las situaciones adversas que pueden presentarse, con el fin de responder de manera eficaz y oportuna.
La resiliencia organizacional supone, entonces, un marco de acción donde coexisten las oportunidades y amenazas de la compañía. Esto significa que deben incorporar en su modelo de gestión el monitoreo del entorno en donde se desarrollan y la simulación de escenarios alternativos para identificar, cuando se presente un problema, la ruta de acción a seguir.
Pero, ¿cómo las empresas pueden generar resiliencia organizacional? Para lograrlo, deben tomar en cuenta las siguientes acciones clave:
Para la doctora Patricia Cossío Torre, una compañía es considerada como resiliente siempre y cuando sus empleados tengan un equilibrio entre su vida personal y laboral. Por ello, es importante que las empresas manejen, dentro de su modelo de gestión, planes de entornos saludables y políticas que promuevan la seguridad e higiene en las diversas áreas de trabajo. Esto permite tener trabajadores leales y comprometidos con cada uno de los proyectos de la organización.
La diversidad cultural es un factor importante en la creación de un buen clima laboral y en el cumplimiento de los objetivos de una compañía. Asimismo, tiene una enorme implicancia en el éxito de los proyectos, donde el trabajo en equipo representa una parte esencial. Los grupos heterogéneos aportan diferentes perspectivas sobre los proyectos. Asimismo, la diversidad cultural es un excelente factor para el aumento de la innovación y la creatividad.
El éxito de las organizaciones en un mundo competitivo se basa en la calidad de conexiones que tengan con el mercado exterior. Muchas veces, las empresas no pueden resolver por sí mismas los conflictos. Por ello, tener convenios con otras compañías y proveedores puede ayudarlas a afrontar de la mejor forma los posibles problemas.
Para lograr los objetivos estratégicos, las organizaciones deben priorizar la satisfacción de sus colaboradores. ¿Cómo hacerlo? Reconociendo su trabajo y haciéndolos sentir valorados por la empresa. Pueden ofrecerles trabajo desde casa para mantenerlos motivados, así como horarios flexibles, vacaciones, actividades de gamificación, salidas empresariales, entre otros.
Los líderes son los actores principales de las organizaciones. Por ello, es importante que sean proactivos, empáticos y, sobre todo, tengan una comunicación asertiva. Con ella, podrán expresarse de manera abierta con sus colaboradores, escucharlos y tomar decisiones para el bien de la compañía.
La resiliencia organizacional es fundamental para el óptimo desenvolvimiento de las empresas. Es necesario que los trabajadores se sientan comprometidos con la compañía para lograr los objetivos estratégicos. Para ello, se deben adoptar estrategias que los vinculen con el desarrollo de cada uno de los procesos internos.
Fuentes:
Exprés. "Resiliencia organizacional fomenta lealtad y compromiso del trabajador".
Efiempresa. "Qué es la Resiliencia Organizacional y Por Qué Adoptarla como Estrategia".
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Lydia Arbaiza, decana de ESAN, destacó en Gestión que la orientación a resultados es la filosofía clave para que las empresas peruanas trasciendan la coyuntura y aseguren su sostenibilidad. Arbaiza soslayó que, siguiendo el ejemplo de gigantes como Alicorp o AJE, las organizaciones deben adoptar una cultura de ejecución y medición constante.
Carlos Aguirre, profesor de los Programas del área de Finanzas de ESAN, analizó en Gestión la delicada convivencia entre el Consejo de Familia (que vela por el legado) y el Directorio (enfocado en la estrategia y meritocracia) en las empresas familiares. Para mitigar estos conflictos, priorizó la importancia vital del Protocolo Familiar: un marco normativo que actúa como árbitro para garantizar que la armonía familiar no sacrifique la competitividad del negocio.
Jhonnatan Horna, profesor del área de Operaciones y Tecnologías de la Información de ESAN, precisó en Gestión que la adopción de la IA no es un desafío tecnológico, sino de gestión del cambio. El docente sostuvo que, para evitar que estas herramientas terminen abandonadas, los líderes deben priorizar la utilidad real sobre la novedad y crear un entorno seguro donde el equipo pueda experimentar sin miedo al error.