
Las buenas relaciones laborales potencian la productividad de los empleados y garantizan su lealtad y compromiso hacia la organización, lo que reduce la rotación de personal. ¿Cómo empezar a construir relaciones más saludables?
Las malas relaciones laborales pueden socavar la sostenibilidad de una organización a corto plazo. Un estudio realizado este año por la plataforma de empleo Bumeran y el software de reclutamiento Hiring Room concluyó que el 60 % de los trabajadores peruanos se han planteado dejar su centro de trabajo por el mal trato de sus empleadores, un aumento de 6 %, frente a la edición anterior del estudio, publicada en el 2022.
Otro dato crucial para entender este problema es que solo en Lima Metropolitana los trabajadores registraron una jornada semanal de 50 horas en promedio, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En un contexto así, es crucial que las organizaciones prioricen la construcción de una relación más saludable entre jefes y empleados para evitar problemas como la alta rotación de personal, que pueden perjudicar su sostenibilidad en el tiempo.
Los trabajadores satisfechos facilitan la construcción de un ambiente más colaborativo, en el que demuestran un mayor nivel de compromiso y productividad. También se sentirán más motivados a permanecer en la empresa a largo plazo, lo que reducirá mucho la rotación de personal y los costos relacionados con la contratación y la capacitación de nuevos empleados.
Para mejorar la relación con sus trabajadores, el jefe primero debe entender cuáles son sus intereses y construir un clima organizacional donde todos puedan trabajar en armonía, dejen volar su creatividad y se sientan más dispuestos a innovar. Este enfoque aumentará la productividad general de la empresa.
Cada colaborador también tendrá necesidades particulares y es responsabilidad del jefe conocerlas para asegurarse de que todo el equipo se sienta cómodo en su espacio de trabajo. Esta acción facilitará que cada empleado cumpla sus objetivos de la jornada con más rapidez y reafirmará su compromiso a la empresa, al sentir que se preocupa por él.
Si el jefe tiene dificultades para comprender los intereses y las necesidades de su personal, debe ser más práctico y organizar reuniones o aplicar encuestas a cada colaborador. Toda la data recabada será esencial para construir un ambiente interno más saludable, con apoyo de la alta dirección y las gerencias restantes.
Las nuevas generaciones de profesionales se preocupan más por acumular experiencia lo más rápido posible. En ese sentido, el jefe debe brindar a su personal oportunidades constantes de capacitación para asegurarse de que adquieran nuevas habilidades, en sintonía con los cambios en el mercado, y se sientan satisfechos con la empresa donde laboran, al sentir que se preocupa por su crecimiento.
No obstante, el jefe también debe tener presente que los conflictos pueden surgir, incluso, en los entornos más armoniosos y saludables. En ese sentido, debe inspirar la confianza suficiente a todos sus empleados para que le trasmitan sus reclamos, antes de difundirlos entre el resto del equipo y desencadenar conflictos innecesarios.
En conclusión, la construcción de una relación saludable con los trabajadores implica el diseño de estrategias de procesos que permitan mantener un clima laboral favorable y aprovechar al máximo las capacidades de cada colaborador.
Referencias
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