Criterio gerencial o sentido común

Criterio gerencial o sentido común

Aunque es positivo que un ejecutivo se especialice, tampoco debe descuidar su perspectiva generalista para comprender íntegramente los fenómenos sistémicos. Así lo afirma Luis Felipe Calderón, profesor del MBA de ESAN, en este artículo para la revista Aptitus.

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A fin de ser más competitivos en el mercado laboral y más competentes en su rol gerencial, ¿deben los ejecutivos hacerse más especialistas (enfocándose en un rango cada vez más específico de conocimientos) o deben hacerse más generalistas (ampliando su rango de conocimiento en otros campos)? La respuesta, en realidad, dista de ser simple.

Hay quienes sostienen que la mejor forma de ser competitivo y competente es especializarse- y hasta súper especializarse-, para llegar a ser reconocido en un pequeño campo en el cual tendrás mucho que decir y aportar. Sin embargo, este punto de vista contiene ciertas debilidades que no debemos ignorar. Por un lado, acercarnos tanto a un árbol particular nos puede hacer perder de vista no solo el bosque en su conjunto, sino que en el extremo nos puede impedir comprender la integridad del árbol individual en el que pretendíamos enfocarnos.

En otras palabras, incluso para ser un buen especialista es necesario poder ver dicho objeto en sus múltiples interacciones con el resto del bosque y de su ecosistema. Pero la estrategia contraria, la del generalista, no carece de debilidades. Ver solo el bosque total nos puede llevar al extremo de no entenderlo, pues la dinámica del bosque es también resultante de lo que ocurre en cada árbol individual. Entonces, ¿cuál es la recomendación, ser generalista o especialista? La psicología sostiene que cada quien tiene, inherentemente, su propio estilo cognitivo: que algunos nacieron para "especialistas" y otros nacieron "generalistas". Y que a esta tendencia innata se le ha sumado la impronta de experiencias tempranas que moldean el carácter y las preferencias cognitivas; así que lo más frecuente es que la tendencia innata se defina y remarque más.

Entonces, la primera recomendación es: descubre tu tendencia innata que ha sido reforzada por tus experiencias tempranas. Este autodescubrimiento te llevará a una forma saludable de "resignación": si nacista y fuiste remarcado como generalista, sé consciente de ello y desarróllate como un buen generalista. Y, si naciste y fuiste remarcado como especialista, sé consciente de ello y desarróllate como un buen especialista. ¿Y cómo se hace esto? Lo paradójico es que, para ser un mejor especialista, debes desarrollar tus aspectos generalistas. Es decir, a la vez que te especializas más, no menosprecies ni pierdas de vista el contexto, y viceversa.

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Fuente: Aptitus