El diseño organizacional consiste en realizar actividades para cumplir los objetivos de la empresa, que a la vez constituyen el pilar que determina los roles de los trabajadores. Estos roles se agrupan para formar los departamentos o las áreas funcionales de la empresa, que al final se entrelazan para constituir la estructura de la organización.
La necesidad de mejorar este diseño puede generarse por motivaciones internas o externas, y en cualquier momento. Como el proceso es dinámico y no estático, la organización puede modificar su diseño más de una vez durante su ciclo de vida.
Motivaciones externas
Se propone tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
Para tener éxito en este proceso, es clave establecer una diferenciación adecuada y definir cómo se dividirá el trabajo en la organización, que puede ser horizontal, vertical o espacial. Otro punto a tomar en cuenta es contar con mecanismos fuertes de integración entre las distintas unidades de la organización.
Las empresas pueden adoptar tres tipos de estructuras organizacionales. La primera, y más empleada, es la funcional (sencilla y menos costosa). Agrupa las tareas y actividades por funciones: negocios, producción, marketing, finanzas, investigación y desarrollo. También promueve la especialización de las tareas, fomenta el uso eficiente de las habilidades técnicas y administrativas, y permite una rápida toma de decisiones.
La segunda es la estructura divisional, que permite motivar a los empleados, controlar las operaciones y competir desde varias ubicaciones. Puede darse por área geográfica, por producto o servicio, por cliente o por proceso. Las actividades funcionales se realizan tanto de manera central como en cada una de las divisiones.
La tercera es la estructura matricial, considerada la alternativa más completa, porque combina los flujos verticales y horizontales de autoridad y comunicación. Asimismo, clarifica los objetivos, permite acceder a muchos canales de comunicación y los trabajadores perciben mejor los resultados de su trabajo. Así, el proyecto se cierra con más facilidad.
Mitzberg define cinco configuraciones ideales de estructura organizativa:
En conclusión, el logro de los objetivos de la organización va de la mano de una implementación de estrategias adecuadas, que deben estar soportadas por un diseño organizacional óptimo, que puede variar en el tiempo. ¿Tu organización cuenta con un diseño organizacional adecuado? Cuéntanos tu experiencia.