La educación rural registra como resultados deficitarios los niveles de menor acceso, mayor deserción y menores logros de aprendizaje a nivel nacional: aproximadamente el 8 % de los estudiantes de segundo grado de secundaria alcanzaron el nivel satisfactorio de lectura y el 6 % en resolución de problemas matemáticos.

Entre las principales dificultades que afrontan los jóvenes podemos mencionar que algunos tienen que caminar hasta dos horas para llegar a su institución educativa y/o caminar a lo alto de un cerro para acceder a conexión celular. También tenemos a maestros que tienen que viajar por la amazonía peruana, vía fluvial, lo que genera todo un desplazamiento.

Por otro lado, el alumno desarrolla una serie de actividades de subsistencia en sus propias comunidades y, adicionalmente, hay una falta de conectividad tecnológica, infraestructura inadecuada, lo que trae como consecuencia que no se pueda brindar un servicio de calidad educativa en el ámbito rural.

Ante lo expuesto, resulta necesario desarrollar una estrategia para fortalecer la implementación del modelo de servicio educativo de secundaria con residencia estudiantil para garantizar una mayor cobertura de educación secundaria con calidad que busque mejorar el Índice de Desarrollo Humano en la juventud.

También es importante que se trabaje con todos los actores como las UGEL, los Gobiernos Locales, Iglesia, los organismos cooperantes y la empresa privada. A su vez, esta labor debería tener los siguientes pilares fundamentales:

1. Modelo pedagógico regional con énfasis en educación ambiental, productiva, cívica y una cultura de emprendimiento de acuerdo a las necesidades de la región.
2. Plataforma tecnológica educativa.
3. Sistema de acompañamiento pedagógico.
4. Sistema de gestión de calidad y mejoramiento continuo.
5. Bioseguridad integral.
6. Salud preventiva, higiene y nutrición saludable.

Lea el artículo completo aquí.
Fuente: La Cámara de Comercio de Lima.