Los beneficios de las artes marciales ya han sido ampliamente estudiados. Es de común conocimiento que promueven no solamente la salud física y mental, sino que contribuyen al autocontrol, el respeto, la disciplina, la autoconfianza y los valores. Asimismo, la filosofía oriental de la que parten busca que la persona que lo practique alcance una armonía interna, relajación mental y equilibrio con su entorno.
En mi caso, desde hace 30 años practico el aikido porque me ayuda a relajarme y esto permite tener la mente despejada para tomar las mejores decisiones. La dedicación a esta arte marcial también conlleva disciplina, respeto y un esfuerzo constante para ser cada vez mejor.
Las artes marciales pueden funcionar como una metáfora útil para reflexionar sobre la formación de ejecutivos y el desarrollo del liderazgo.
El principio del aikido es la armonía y ello se refleja en su mismo nombre: Ai significa 'armonía'; ki, 'espíritu' y do, 'camino'. En otras palabras, el aikido promueve un camino a través de la armonía del espíritu. Esta disciplina busca que el aikidoka alcance un relajamiento mental y emocional, y una armonía con el entorno. ¿La razón de ello? Cuando te relajas, todo lo puedes hacer mejor. Es la tensión lo que bloquea tu mente y espíritu.
La filosofía del aikido se puede aplicar al ámbito empresarial. En una organización, sus miembros tienen diferentes formas de pensar e intereses. Al efectuar los principios de esta arte marcial, un profesional buscará entender a sus colegas, colaboradores y jefes, armonizar con ellos y solucionar los problemas que se puedan presentar.
Al aplicar la filosofía del aikido, el profesional también puede eliminar todos los obstáculos que se le presenten para mantener una comunicación fluida y efectuar los objetivos empresariales. Al siempre estar al tanto de su entorno y armonizar con él, el ejecutivo permite que la visión de la organización, así como sus estrategias, fluyan limpiamente a través de todas las áreas y departamentos.
Las artes marciales pueden funcionar como una metáfora útil para reflexionar sobre la formación de ejecutivos y el desarrollo del liderazgo. Imagine una nueva generación de líderes organizacionales que aprendan unos de otros y trabajen en armonía con sus colaboradores y empleados. La organización se beneficiaría de su talento humano y podría avanzar exitosamente hacia el cumplimiento de sus objetivos y metas, al mismo tiempo que logrará ser más competitiva.
Las artes marciales pueden funcionar como una metáfora útil para reflexionar sobre la formación de ejecutivos y el desarrollo del liderazgo.