
El digital branding consiste en construir y gestionar una marca mediante los medios digitales. No se limita a generar presencia en redes sociales, sino también busca crear una identidad sólida que transmita los valores de la empresa, la calidad del producto y su compromiso con la sostenibilidad.
En el sector agroexportador, el digital branding se traduce en la creación de páginas web en diferentes idiomas para mayor comodidad de los compradores internacionales. Asimismo, se busca generar contenido digital que muestre las operaciones de campo, la trazabilidad en el proceso, desde su origen hasta su llegada al consumidor, y el uso de plataformas como el e-commerce y los marketplaces para desarrollar más mercados.
El digital branding no solo busca aumentar las ventas de los productos, sino construir una narrativa que conecte con los valores de los clientes y les deje claro el impacto social y la sostenibilidad de las prácticas empresariales. Como señalan Marta Aguilar y Francisco González en Harvard Deusto, la digitalización transforma la relación empresa-cliente y el reto principal consiste en encontrar el equilibrio adecuado entre tecnología y cercanía humana.
La implementación del digital branding trae consigo una serie de beneficios a los agroexportadores peruanos:
Estos beneficios, en conjunto, aumentan la exposición y visibilidad del agro peruano en mercados internacionales y fortalecen la competitividad, frente a otros países productores.
A pesar de sus ventajas, el digital branding presenta retos importantes en el sector. Uno de ellos es la brecha digital en zonas rurales, sobre todo en el caso de los pequeños y medianos productores. El acceso a una conectividad estable y una educación en marketing digital es muy limitado, lo que restringe la posibilidad de aplicar estas herramientas.
Otro desafío son los costos de implementación. El desarrollo de páginas web, la contratación de servicios de posicionamiento, la generación de contenido audiovisual y la gestión de campañas digitales implican inversiones que no siempre son viables para pequeñas asociaciones y productores de menor escala. De igual manera, estos procesos suelen ser vistos como gastos, más que como inversiones necesarias.
La competencia internacional también obliga a los productores peruanos a estar buscando innovaciones de manera constante para mantener su presencia en el mercado internacional. No solo se compite por precio y calidad, sino también por la presencia y la percepción del valor. Así, contar historias que impacten, presentar certificaciones y tener canales digitales activos puede marcar la diferencia en un mercado cada vez más competitivo.
Por último, un desafío adicional se encuentra en la gestión de las métricas digitales. Según Antony Lewis, en Harvard Deusto, las redes sociales generan una gran cantidad de datos, pero persiste la dificultad de convertir esas métricas en indicadores claros de retorno de inversión (ROI, por sus siglas en inglés). Ello obliga a las empresas a ser más rigurosas en la medición de impacto de estas herramientas. ¿Qué desafíos afrontó tu negocio agroexportador? Cuéntanos tu experiencia.
El digital branding permite a los agroexportadores diferenciarse mejor de sus competidores, acceder a más mercados, aumentar el valor de sus productos y mejorar su reputación de cara a los clientes.
Alfredo Núñez Villar
Ingeniero agroforestal de la Universidad Científica del Sur. Cuenta con más de 5 años de experiencia en agricultura de exportación a cargo de parcelas productivas. Actualmente se desarrolla como supervisor de operaciones de campo en Producepay, donde realiza evaluaciones y seguimientos a empresas agroexportadoras a las cuales se les brinda financiamiento.