El concepto de gamificación se puede entender como el uso de elementos de juego (diversión, desafío y logro) en contextos no lúdicos para atraer, desarrollar y retener el talento. Un sistema de gamificación tiene metas predefinidas y medibles, en términos de competencias, como liderazgo, trabajo en equipo, comunicación, coordinación de acciones, resolución de problemas, toma de decisiones, entre otras.

El uso de dinámicas de juegos potencia el aprendizaje, y en general, la asimilación de las conductas que la empresa desea inculcar en el trabajador. En ese sentido, el juego potencia el aprendizaje, porque activa el neurotransmisor de la dopamina, responsable de las sensaciones placenteras que activan la curiosidad y la motivación.

El juego de la selección

Alberto Tejada,  profesor del curso Gestión del Talento del Programa de Especialización para Ejecutivos de ESAN, señala que la gamificación puede formar parte del assessment o evaluación de competencias de los candidatos Para esto, señala Tejada, se puede usar la metodología STAR: Situación, Tarea, Acción y Resultados.

En la gamificación se coloca al candidato en una situación y se le brinda una tarea, para que éste -luego de tomar acción- obtenga un resultado, todo complementado con elementos de juego. En ese sentido, lo más importante para la persona que selecciona es observar los comportamientos (accionar) de los candidatos, la efectividad para realizar las tareas, las actitudes con las que enfrenta al juego y ver si tienen las competencias y los atributos que el puesto requiere.

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