¿Qué resultados obtuvieron al cierre del año pasado?

Cerramos el 2016 con ligero incremento de ventas (3%). En el negocio de carga hubo algo de volatilidad (-5%), pero en rampa sí se creció aproximadamente 10%.

¿Cómo se explica esa diferencia en resultados?

En rampa, la economía impulsa el segmento de pasajeros de negocios y el turismo, y también Lima como hub internacional registra mucho movimiento. En carga aérea, hubo menos kilos de importación, la demanda interna estuvo bastante tímida; y en exportación, básicamente de perecibles, las cosechas no fueron tan grandes como las esperadas.

¿Aun así siguieron invirtiendo en la operación?

Inauguramos nuestra nueva base de operaciones de rampa (US$ 5 millones), que vino acompañada de inversiones en equipos de casi US$ 4 millones. Además, invertimos US$ 1.2 millones en un nuevo sistema de gestión de tecnología para la carga.

¿Cuál es la meta en el 2017?

Nos hemos propuesto una meta de 5% de crecimiento en Perú, en rampa 7% y en carga alrededor de 3.5%. ¿Eso nos habla de un repunte de la exportación peruana? Vemos con mucha expectativa al arándano, creemos que el mango va a seguir estable, el espárrago es el más desafiado. El arándano es la gran esperanza en la logística de carga aérea de exportación, es muy pequeño aún, a lo mucho debe haber sido el 5% del movimiento, pero si sigue creciendo a doble dígito será mayor. Por ello, estamos mirando la posibilidad de un proyecto de manejo de carga de exportación en un aeropuerto de provincia.

¿Y en el exterior, ven opciones de ampliar su presencia?

 Sí, tenemos dos proyectos en marcha en la región, en dos países distintos; y uno más que está por venir. Ya estamos en México y seguimos viendo algunos países vecinos del Perú, pero también el resto de la región. ¿Qué negocios instalarían? Dos proyectos son de rampa y uno de carga.

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Fuente: Diario Gestión

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