Gestionando el ciclo de vida de un profesional

Gestionando el ciclo de vida de un profesional

Otto Regalado, profesor del MBA de ESAN, clasifica las etapas en la carrera de los profesionales y explica cómo aprovechar cada una con sus ventajas y desventajas. Los detalles en este artículo para la web del diario oficial El Peruano.

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Así como los productos, los profesionales también tienen un ciclo de vida propio. No todos comienzan a la misma edad ni cada etapa dura el mismo tiempo. Existen profesiones y oficios en que los trabajadores se jubilan a una temprana edad, en función de los años de servicio o al rendimiento, como por ejemplo los militares, mineros o deportistas; y otras en que la edad de jubilación puede llegar más tarde si la salud lo permite, como por ejemplo la docencia universitaria, que en instituciones públicas es hasta los 75 años. 

Para cada etapa del ciclo de vida se recomienda que el profesional diseñe la estrategia de marketing que más le convenga. En esta línea, los objetivos estratégicos de marketing deben variar para cada etapa del ciclo de vida. Por ejemplo, se buscará impulsar la fase de crecimiento, alargar la fase de madurez o postergar la fase de declive del profesional. La especialidad y la experiencia marcarán el posicionamiento del profesional. Por su parte, la mezcla de marketing (producto, precio, distribución y comunicación) también se deberá diseñar para cada etapa del ciclo de vida.

¿Qué hacer en cada fase? La fase previa al lanzamiento del producto es la elaboración del concepto, donde se diseñan los atributos o características del producto. En el caso del profesional esta fase previa se inicia muchas veces a los 15 años cuando un estudiante de secundaria descubre tempranamente su vocación profesional, en otros casos, lo hacen en los primeros ciclos de la universidad o al momento de hacer las prácticas profesionales. 

Durante la fase de crecimiento el objetivo debería ser incrementar el precio de su hora/hombre, es decir, la remuneración que percibirá cada mes. Para ello, se presentan tres caminos: uno corto, uno largo, y lo recomendable, uno a mediano plazo. El camino corto consiste en realizar una maestría, sin mucha experiencia laboral. El camino largo se da a través del crecimiento con los años de experiencia que acumula durante su vida profesional. El camino del mediano plazo combina la formación con la experiencia, por ello la recomendación de realizar una maestría al menos con tres años de experiencia.

Lee el artículo completo aquí.

Fuente: El Peruano