Ante la crisis económica generada por la pandemia de la COVID-19, el Gobierno tomó medidas, de forma progresiva, para brindar un apoyo económico a las familias más necesitadas, por un lado, e inyectar liquidez a las empresas en riesgo de quiebra, por otro. Como resultado, las personas beneficiadas ahora disponen de un pequeño ahorro o excedente que podrían rentabilizar si lo invierten en alguna de las múltiples alternativas que ofrece el sistema financiero. Conozcamos las dos más importantes.
Los depósitos a plazo fijo son cuentas donde se deposita una determinada cantidad de dinero durante un lapso que pueden ser meses o años. Cuanto mayor sea el tiempo, mayor será la tasa de interés y el crecimiento del monto invertido para beneficio del usuario. La única condición es no retirar el dinero antes de tiempo, ni siquiera en casos de emergencia, porque implicaría diversas penalidades para el inversionista.
Para tomar la mejor decisión, el inversionista debe evaluar qué tipo de beneficio desea lograr y en cuánto tiempo espera obtener resultados.
La segunda alternativa de inversión corresponde a los fondos mutuos. Se trata de un patrimonio administrado por una sociedad administradora de fondos (SAF) y formado por la suma de aportes voluntarios de dinero de personas y empresas que buscan maximizar la rentabilidad de su inversión. El dinero de todos los partícipes puede invertirse en acciones, instrumentos de deuda o una combinación de ambos, según la política de inversión del fondo elegido.
Para tomar la mejor decisión, el inversionista debe evaluar qué tipo de beneficio desea lograr (por ejemplo, comprar una vivienda, un auto o realizar un viaje) y en cuánto tiempo espera obtener resultados. Si puede proyectarse a largo plazo y prescindir por ahora de ese dinero, quizás lo más seguro es depositarlo en una cuenta a plazo fijo y esperar. Por otra parte, si le interesa arriesgarse para obtener más ganancias a mediano plazo, puede probar con un fondo mutuo.
Existen dos perfiles de inversores de fondos mutuos. El primero agrupa a las personas que buscan tomar pocos riesgos e invierten en fondos de baja volatilidad, aunque con intereses más bajos. El segundo agrupa a las personas con mucha estabilidad financiera e ingresos mensuales significativos, que no tienen miedo de invertir en fondos con altos intereses, pero con una mayor volatilidad.
Ya sea que una persona tenga uno u otro perfil, lo importante siempre será tener claro dónde invertir y perder el miedo. Recordemos que todas las SAF son supervisadas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV). A su vez, la entidad se encargará de orientar a las personas interesadas en invertir, para que tomen la decisión más acertada, según su capacidad de inversión.
Para aumentar aún más la confianza del inversionista, existen páginas web como www.comparabien.com.pe, que permiten simular una inversión en alguno de los 161 fondos mutuos que existen en el país, a fin de evaluar los posibles resultados. Como consejo final, es importante asegurarse de que el dinero a invertir no se requerirá para cubrir necesidades básicas, a fin de evitar contratiempos.
Para tomar la mejor decisión, el inversionista debe evaluar qué tipo de beneficio desea lograr y en cuánto tiempo espera obtener resultados.
Es Socio Principal de VERGARA SILVA ASOCIADOS S.C.R.L. Actual expositor de Cursos sobre NIC’s, NIIF’s, IFRS, USGAAP, Auditoría Financiera y Operativa, COSO ERM, Riesgos, Gobierno Corporativo en el CCPL. Autor de dos libros de auditoría. Colaborador de la revista oficial El Contador Público de CCPL. Ha sido miembro de la Junta Directiva del Comité de Auditoría del CCPL e Integrante del staff de Informativo Caballero Bustamante. Participación en Conferencias de IFRS (NIIF). Ha ocupado cargos como: Controller, Miembro del comité de auditoría y Auditor General de empresas nacionales y transnacionales. Auditor supervisor, y Auditor senior en Sociedades de Auditoria con representación internacional GRANT THORNTON INTERNATIONAL (GTI) Y MOORES ROWLAND INTERNATIONAL (MRI). Magister en Contabilidad y Finanzas con mención en Auditoría por la Universidad San Martín de Porres. Contador Público Colegiado graduado en la Universidad Particular Ricardo Palma, inscrito en el Registro de Auditores Independientes del CCPL. Con diplomado y cursos de Especialización en IFRS (NICs/NIIFs). Experto en Adopción de IFRS.
La adopción de medios de pago digitales en el Perú crece con rapidez, pero el número y el valor de las operaciones realizadas con estos instrumentos sigue siendo menor frente a otros países de la región. ¿Cómo mejorar este escenario?
Los modelos COSO I, II y III poseen diferencias importantes respecto al concepto de riesgo y al enfoque de trabajo para su prevención. Cada empresa debe elegir el más adecuado según su situación.