La gestión clínica: ¿qué es y para qué sirve?

La gestión clínica: ¿qué es y para qué sirve?

En este artículo el profesor Enrique Cárdenas parte de una definición teórica y presenta una definición operativa, señalando que la gestión clínica implica administrar el conflicto entre dos subculturas organizacionales muy diferentes.

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Definimos la gestión clínica como la estrategia que permite sistematizar y ordenar los procesos de atención sanitaria de forma adecuada y eficiente, sustentados en la mejor evidencia científica del momento y con la participación de profesionales en la gestión para la toma de decisiones en torno al paciente. Las decisiones clínicas serán de calidad si generan eficiencia económica y no mero control del gasto*.

La gestión clínica, más que un modelo de administración de nuestros servicios de salud, implica un verdadero cambio de actitud no solo del personal administrativo sino de todo el personal asistencial, que deberá asumir el liderazgo de las tareas administrativas garantizando el logro de los objetivos de la institución. Para ello tendrá como eje de todas las actividades médicas y administrativas al paciente que acude a solicitar nuestra atención.

Si esto es así, necesitamos que el personal de salud se capacite y desarrolle un conjunto de competencias administrativas y que maneje una caja de herramientas que posibilite que la implementación de este modelo de gestión tenga éxito y pueda sostenerse en el tiempo. 

Administrar un conflicto

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Todo lo antes mencionado corre en paralelo al hecho de que las decisiones clínicas, tomadas en torno al paciente, se deberán formular con la participación de los profesionales de la gestión. Pero esto se convierte en una potencial fuente de conflicto que hay que saber administrar.

Es necesario, entonces, que ambos grupos humanos pertenecientes a subculturas organizacionales diferentes, la asistencial y la administrativa, se conozcan y aprendan a trabajar en equipo: administren el conflicto y mejoren sus relaciones interpersonales teniendo como objetivo la satisfacción de las necesidades de los pacientes entregando servicios de salud de calidad, minimizando y controlando los riesgos propios a la prestación del servicio.

Por ello se deberá potenciar el desarrollo de competencias blandas al lado de las competencias técnicas derivadas de la definición antes mencionada: gestión por procesos, toma de decisiones basadas en evidencias, trabajo en equipo, Introducción a la economía de la salud, contabilidad, finanzas básicas y uso intensivo de tecnología médica y TIC.  

Finalmente, presentamos una definición operativa que resume todo lo antes mencionado: la gestión clínica se define como el uso de los recursos, intelectuales, humanos, tecnológicos y organizativos, para el mejor cuidado de los pacientes. Está en relación con el conocimiento clínico, la mejora de los procesos asistenciales y la organización de las unidades clínicas. 

¿Usted qué opina al respecto?

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*Peiró S. del Llano J., Quecedo K. Villar N., Raigada F . Ruiz J. Diccionario de gestión sanitaria para médicos. Los 100 términos más utilizados. Fundación Gaspar Casal. Ed. DGMM, Madrid 2010.