
El autoliderazgo es esencial para el desarrollo de una persona en cualquier ámbito de su vida, y no solamente en el campo profesional. Sin embargo, es fundamental que un líder, alguien que tiene la responsabilidad de liderar a otros en un centro laboral e influir en sus vidas, desarrolle previamente esta capacidad. El autoliderazgo implica un conocimiento profundo de uno mismo, y tiene como punto de partida el planteamiento de interrogantes y la búsqueda de soluciones.
En el proceso de construcción del autoliderazgo se puede cometer errores, pero también se tiene la oportunidad de superarlos y aprender de ellos. Se requiere, por lo tanto, del control sobre nuestras propias emociones para no dejarnos cegar por el éxito ni tampoco sentirse apabullado ante el fracaso. El líder es alguien que aprende continuamente y demuestra humildad ante los nuevos conocimientos.
Esta forma de autocontrol se complementa a través de los estilos de liderazgo. No todas las organizaciones son iguales, y tampoco lo son los equipos de trabajo; por ello es necesario que un líder desarrolle un estilo que ayude a potenciar las características de su equipo, considerando el tipo de tareas que realizan y la organización en la que se encuentra.
Un líder desarrolla una idea y fija objetivos, comunica los mismos a los integrantes de su equipo y los hace partícipes de conseguirlos. Un líder es capaz de inspirar a su equipo, de convencerlos del camino que deben tomar y las metas que hay que cumplir. El líder, como decía Warren Bennis, transforma la visión en realidad. Pero si previamente no forja esas convicciones y ese empuje hacia sí mismo y consigo mismo, probablemente no tendrá éxito en inspirar a los demás.
Ambos conceptos se entrelazan. Primero, el desarrollo personal del líder y su formación mental basada en valores, disciplina, aprendizaje y un conocimiento de sí mismo. A partir de esta formación personal, el líder desarrolla el estilo que mejor se ajusta al escenario que le toca afrontar, buscando el máximo desarrollo de su equipo para lograr el mejor resultado posible.
FUENTES CONSULTADAS:
Artículo "8 estilos esenciales de liderazgo organizacional", de Hugo Landolfi, publicado por el blog de Liderazgo.uno.
Artículo "Cómo conseguir el autoliderazgo", de Paolo Caffelli, publicado por el portal Coyuntura Económica.
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Jhonnatan Horna, profesor del área de Operaciones y Tecnologías de la Información de ESAN, precisó en Gestión que la adopción de la IA no es un desafío tecnológico, sino de gestión del cambio. El docente sostuvo que, para evitar que estas herramientas terminen abandonadas, los líderes deben priorizar la utilidad real sobre la novedad y crear un entorno seguro donde el equipo pueda experimentar sin miedo al error.
César Puntriano, profesor de ESAN Business Law, analizó en La República el último informe del Banco Mundial sobre pobreza, advirtiendo que mientras la región mejora, el Perú sigue lejos de sus niveles prepandemia (27.6 % vs 20.2 % en 2019). El experto enfatizó que la movilidad social depende exclusivamente del crecimiento económico y la inversión privada, motores que hoy se ven frenados por la inseguridad ciudadana y la incertidumbre jurídica.
Sandor Lukacs, profesor de ESAN Graduate School of Business, indicó a la revista Energiminas que la minería peruana debe abandonar el esquema lineal para adoptar un enfoque sistémico basado en la economía circular y la digitalización. El experto destacó que, si bien la inteligencia artificial es clave para la eficiencia y la fiscalización ambiental, existe un riesgo ético urgente: el "sesgo estructural" de algoritmos que ignoran la realidad local.