
Estos cinco planos están relacionados de tal modo que los niveles inferiores soportan a los superiores. Así, los principios y los hábitos soportan las rutinas y las herramientas empleadas. Se puede comprender entonces que la carencia en un nivel inferior o de soporte hace que los niveles superiores pierdan efectividad. Una rutina sin principios implica marchar a la deriva, hacer las cosas sin un sentido.
Asimismo, si desarrollamos bien un nivel superior podríamos compensar parcialmente las carencias en los niveles inferiores, pero jamás podremos sustituirlos.
Cuanto más abajo esté en la pirámide, un nivel desarrollará un beneficio productivo mayor. Por ejemplo, adoptar un nuevo hábito tendrá un mayor impacto productivo que utilizar una nueva herramienta, por más que esta sea muy avanzada. Igualmente, la productividad será más potente si aprendemos a dominar una herramienta empleada diariamente en el trabajo, que si incorporamos un truco nuevo.
Los sistemas de productividad de las personas, están compuestos de respuestas a los qué y los cómo. Nos referimos a qué hacemos cuando practicamos una serie de hábitos sobre la base de ciertos principios productivos. Y del mismo modo diremos cómo lo hacemos cuando ponemos en práctica dichos hábitos mediante una serie de rutinas, herramientas y trucos.
En consecuencia, los niveles más importantes de cualquier sistema productivo siempre serán los principios y los hábitos. En tanto, los trucos, las herramientas y las rutinas empleadas para poner en práctica los principios y hábitos tendrán siempre una menor importancia relativa.
También es importante considerar que el cambio de los qué resultará peligroso si no se tiene claridad acerca de lo que se está haciendo; mientras que los cómo pueden e incluso deben ser cambiados en función de las necesidades particulares de cada persona, siempre que sean respetados los principios que se encuentran en la base de la pirámide.
El especialista Jerónimo Sánchez llama metodología a la parte de un sistema que explica los qué, mientras que los cómo elegidos por una persona constituyen la implementación de la metodología por ese usuario específico. En otras palabras, cada sistema de productividad personal será único: si bien es posible que muchas personas utilicen la misma metodología, resulta muy difícil que dos personas utilicen la misma implementación.
FUENTES CONSULTADAS:
Artículo "La pirámide de productividad personal", publicado por Jerónimo Sánchez.
¿Deseas saber más acerca de la pirámide de la productividad? Inscríbete en el PEE en Sistemas de evaluación del desempeño de ESAN.
Portal de negocios de ESAN Graduate School of Business. Desde el 2010 difunde contenido de libre acceso (artículos, infografías, podcast, videos y más) elaborado por los más destacados especialistas. Encuentra contenido en más de 15 áreas y sectores como Administración, B2B, Derecho Corporativo, Finanzas, Gestión de Proyectos, Gestión de Personas, Gestión Pública, Logística, Marketing, Minería, TI y más. ¡Conéctate con los expertos de ESAN y aumenta tu conocimiento en los negocios!
Lydia Arbaiza, decana de ESAN, destacó en Gestión que la orientación a resultados es la filosofía clave para que las empresas peruanas trasciendan la coyuntura y aseguren su sostenibilidad. Arbaiza soslayó que, siguiendo el ejemplo de gigantes como Alicorp o AJE, las organizaciones deben adoptar una cultura de ejecución y medición constante.
Carlos Aguirre, profesor de los Programas del área de Finanzas de ESAN, analizó en Gestión la delicada convivencia entre el Consejo de Familia (que vela por el legado) y el Directorio (enfocado en la estrategia y meritocracia) en las empresas familiares. Para mitigar estos conflictos, priorizó la importancia vital del Protocolo Familiar: un marco normativo que actúa como árbitro para garantizar que la armonía familiar no sacrifique la competitividad del negocio.
Jhonnatan Horna, profesor del área de Operaciones y Tecnologías de la Información de ESAN, precisó en Gestión que la adopción de la IA no es un desafío tecnológico, sino de gestión del cambio. El docente sostuvo que, para evitar que estas herramientas terminen abandonadas, los líderes deben priorizar la utilidad real sobre la novedad y crear un entorno seguro donde el equipo pueda experimentar sin miedo al error.