La última milla: llegó la hora de su transformación

La última milla: llegó la hora de su transformación

Otto Regalado, profesor del MBA y de la Maestría en Marketing de ESAN, explica los protocolos y cambios en general que los restaurantes necesitarían para poder volver a funcionar. Así los explica en el siguiente artículo para Gestión.

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Uno de los grandes déficits que tienen los diferentes negocios en el Perú es el proceso de entrega de los productos al cliente final, también llamado la "última milla".

Los problemas o limitaciones se dan por cuestiones de tiempo, calidad de atención o flexibilidad de cara a los usuarios. No obstante, hay una problemática aún más grande relacionada a las precarias condiciones de trabajo del personal a cargo, quienes en su mayoría no reciben seguro médico, no están en una planilla, entre otros aspectis críticos.

En una coyuntura donde el delivery es aclamado, es importante centrarse no solo en los beneficios que recibiremos nosotros los consumidores, sino reparar en quienes harán este servicio.

Ante la posibilidad de que restaurantes y afines hagan delivery a partir del próximo 4 de mayo, es necesario que solo permita el funcionamiento de aquellos negocios que garanticen el cumplimiento de protocolos de salubridad que protejan al personal que desempeñará esta labor. Este derivará también en una protección a los usuarios que empleen este servicio.

En lo personal, los protocolos deberían englobar los siguientes aspectos:

  • Indumentaria adecuada del personal de delivery: uso obligatorio de mascarillas, guantes, lentes protectores o incluso vestimenta especial.
  • Unidades de transporte que tengan las condiciones necesarias para evitar la contaminación de los bienes trasladados (alimentos, medicinas y demás artículos).
  • Capacitación previa al personal para el trato con el cliente y que se mantenga en todo momento la distancia requerida.

Otras medidas oportunas que se podrían adoptar son que no se acepten pagos en efectivo, sino a través de pago anticipado o pago a contra entrega por medio de aplicativos; ni que la entrega demande una firma de recepción para evitar una interacción cercana.

También, las empresas de delivery deben seleccionar cuidadosamente a sus repartidores, evitando que pertenezcan a la población vulnerable (personas de edad avanzada o que tengan enfermedades crónicas).

Lee el artículo completo aquí.

Fuente: Gestión