Minería: oportunidades de crecimiento post COVID-19

Minería: oportunidades de crecimiento post COVID-19

Fidel Kishimoto, profesor del Diploma Internacional en Gestión de Empresas Mineras de ESAN, analizó el impacto de la pandemia en el sector minero y señaló cuáles son las oportunidades que se tienen para su crecimiento pese a la coyuntura.

Compartir en: FACEBOOK LINKEDIN TWITTER WHATSAPP

En un escenario tan adverso e incierto, es vital que los jugadores del sector minero sean capaces de transformar las distintas restricciones en oportunidades, y así aportar a una rápida recuperación de la economía nacional, de cara al próximo año.

Un punto de partida fundamental para ser más conscientes de la realidad y así determinar los desafíos a ejecutar es revisar algunas cifras macroeconómicas.

Aquí nos encontramos con que en el primer semestre del 2020, el producto bruto interno (PBI) se contrajo un 17.4 %, debido a la intempestiva cuarentena total que derivó en la suspensión de actividades económicas y el consecuente impacto en el nivel de consumo de la población.

Para el segundo semestre de este año, se proyecta una recuperación basada en el retorno de actividades de algunos sectores productivos, entre ellos la minería, aunque con restricciones operativas. Lamentablemente esta reactivación no será suficiente para mejorar la proyección del PBI 2020, cuya reducción frente al 2019 sería de 12 %.

La crisis ha ocasionado la pérdida del empleo formal, que tendrá una contracción de -18% respecto al 2019, que en términos reales significa una reducción de 700 000 empleos formales. En el caso específico del sector minero, uno de los motores de la economía nacional, se estima que dicha contracción será de -9% respecto al año anterior. ¿Qué oportunidades podemos aprovechar para mejorar esta cifra?

Innovación y tecnología

Ser creativos en este contexto es crucial para encontrar soluciones novedosas a distintos problemas, independientemente de su magnitud o complejidad, y generar cambios positivos en el entorno.

El primer paso para lograrlo consiste en pulir nuestra capacidad de observación y cuestionar la efectividad de los mecanismos tradicionales que antes empleábamos para resolver cada dificultad.

El siguiente aspecto a desarrollar es nuestra capacidad de análisis, a través de hábitos como la lectura, para procesar la información de nuestra empresa con más profundidad y obtener conclusiones que nos ayuden a tomar decisiones más efectivas. Este procesamiento de datos será posible gracias a un mayor uso de tecnología, en el marco de la transformación digital que se está dando a nivel mundial. La digitalización permite automatizar los procesos de un negocio, implementar con rapidez un mayor distanciamiento social y establecer centros de operaciones remotas o salas de control. Estas acciones permitirán aislar y proteger más a los empleados críticos. A su vez, herramientas como el blockchain nos permitirán asegurar la continuidad de la cadena de abastecimiento.

Podemos mencionar un par de ejemplos locales. Antes de la pandemia, Chinalco ya poseía una sala de control remoto que le permite operar su mina Toromocho, en Junín, directamente desde sus oficinas de Surco. Otro caso es Kolpa, minera que emplea una plataforma colaborativa de Google para almacenar y compartir información, organizar videoconferencias, chats colaborativos, etc.

Disciplina y comunicación

En cuanto a los recursos humanos, es importante evitar la procrastinación y fomentar la determinación para desarrollar la disciplina personal y cumplir objetivos en los plazos proyectados. Al mismo tiempo, deben trabajarse dinámicas que permitan a los trabajadores aumentar la confianza entre ellos ― pese al distanciamiento―, la paciencia y la prudencia en su accionar.

Otro aspecto a considerar son las jerarquías, ya sean formales o informales, que fomentan el desarrollo de relaciones maestro-discípulos. Si bien este concepto se asocia más con la filosofía oriental, al aplicarse en nuestra realidad empresarial, como la minería, permitirá aprovechar al máximo la experiencia, la creatividad y la innovación de cada colaborador.

Podemos adquirir conocimientos en la escuela, pero la experiencia se gana en el día a día y siempre habrá alguien que sepa más que nosotros. Quienes han recorrido un camino de experiencia deben tener la humildad y paciencia suficientes para transmitir sus conocimientos los que recién empiezan, con la confianza de que este proceso generará un bienestar común y compartido.

Lea el artículo completo aquí.
Fuente: Revista Rumbo Minero