Como consecuencia de los escándalos de Enron (2001), Worldcom (2002) y Tyco (2003), compañías cotizadas en la Bolsa de Nueva York (NYSE) y que involucraron a firmas auditoras que emitieron seudos dictámenes opinando sobre sus estados financieros; en el 2002 se promulgó la "Ley Sarbanes Oxley -SOX" (ley de Reforma Contable y Protección al Inversionista), que incluyó penas severas de cárcel y pagos de multas millonarias, a fin de proteger a miles de inversionistas.

De las empresas mencionadas, solo Tyco logró prosperar cotizando actualmente en la Bolsa Americana, ya que el fraude que alcanzó los 300 millones de dólares en errores contables fue afrontado por sus ejecutivos y auditores con penas de cárcel de hasta 25 años y pagos millonarios a sus accionistas, por ya existir la Ley SOX.

Por ello, en nuestro país, sería necesaria una ley orientada a que la información financiera de empresas se presente libre de errores, a fin de evitar los contenidos en la información financiera de algunas empresas auditadas. Por su parte, en EE.UU. la Securities and Exchange Commission (SEC) equivalente a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), exigió anular el contrato con los auditores peruanos (desde el 2010) de una de las empresas constructoras peruanas consorciada con Odebrecht debido a problemas de "Conflictos de intereses", ya que además de ser auditores realizaron a la vez en el 2016 consultorías de controles, incompatibles y prohibidas por Ley SOX. Como resultado de lo anterior, la constructora contrató los servicios de otros auditores que se encargarían de examinar los estados financieros del 2016 al 2018.

Los nuevos auditores, al igual que sus predecesores, por los últimos años emitieron igualmente opinión limpia sobre la razonabilidad de los Estados Financieros de la constructora peruana, incorporando tan solo "párrafo de énfasis", aun cuando existen importantes contingencias, problemas de liquidez, capital de trabajo negativo, e involucrada en una investigación hasta el 2018 por pago de sobornos junto con Odebrecht.

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Fuente: Gestión