Optimización de costos en la producción agrícola: estructuración y gestión eficiente

Optimización de costos en la producción agrícola: estructuración y gestión eficiente

Los costos de producción agrícola requieren un ordenamiento y una estructura adecuados, ya que estos proporcionan indicadores clave para la toma de decisiones. Analicemos los indicadores más importantes a tomar en cuenta.

Por: Jorge Carlos Araujo Becerra el 25 Abril 2024

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En una empresa agrícola, los costos de producción deben incluir sus componentes más relevantes, como la mano de obra, el agua o la energía, los fertilizantes, los agroquímicos, el transporte, los servicios de tractores y la maquinaria, así como los gastos indirectos. Para una empresa agroindustrial, estos costos de producción pueden representar hasta el 80 % del costo total, por lo que su organización debe basarse en un sistema contable (ERP, por sus siglas en inglés) adecuado. 

Pautas de uso del ERP

El ERP debe tener tres características esenciales para ser eficiente. Estas son la capacidad de manejar grandes volúmenes de datos, la facilidad para generar informes de gestión contable y la flexibilidad para adaptarse a los cambios en la estructura de la compañía, como la introducción de nuevos cultivos, los cambios en las variedades o la eliminación de cultivos existentes.

La implementación de un ERP debe complementarse con una sólida estructura de plan de cuentas, centros de costos y reportes que permitan analizarlos de forma detallada. La estructura del costo de producción puede desglosarse según la unidad productiva o cultivo, el grupo de manejo (lotes de un mismo cultivo instalados en la misma fecha y con la misma variedad) y el lote (unidades de hectáreas sujetas a un determinado manejo operativo).

En esta jerarquía, las cuentas contables y los centros de costos desempeñan un papel fundamental en la asignación de costos de producción a los diferentes componentes del costo total. A medida que se registran los movimientos, es posible emitir informes para evaluar la razonabilidad de los costos de producción, ya sea por año, mes o día.

Para obtener indicadores de producción precisos, es esencial realizar una adecuada clasificación de los centros de costo, basada en criterios como la organización del cultivo, el grupo de manejo o el lote al que pertenecen. Los centros de costos son códigos estructurados que permiten medir los costos y gastos de una compañía en áreas específicas dentro de su cadena de valor. 

Entre los principales indicadores de producción se encuentran la productividad, el rendimiento, el costo por hectárea y el costo por kilogramo. Todos ellos pueden desglosarse por cultivo, grupo de manejo o lote. 

Eficiencia de la producción

Lo primero a tener claro es que la productividad se refiere a la cantidad de kilogramos o toneladas cosechadas en una determinada campaña agrícola. Al desglosar la productividad por cultivo, grupo de manejo o lote, se pueden identificar diferencias en la eficiencia de producción entre diferentes tipos de cultivos, áreas de manejo o lotes específicos. Esto puede ayudar a los agricultores a identificar las prácticas más efectivas y enfocar los recursos en las áreas que generan los mayores rendimientos.

El rendimiento agrícola es un indicador crucial que refleja la eficiencia de la producción al medir el porcentaje de la cosecha que puede comercializarse. Dicho porcentaje debe ser lo más alto posible para maximizar los beneficios y reducir las pérdidas. Cualquier diferencia entre la producción cosechada y el rendimiento real se conoce como descarte.

Las empresas agrícolas tienen un interés fundamental en maximizar la cantidad de kilogramos obtenidos por planta y el rendimiento por hectárea. Ello se traduce en una atención meticulosa a la calidad de los cultivos y una supervisión minuciosa de las actividades de mano de obra.

En resumen, al prestar atención a la calidad de los cultivos y supervisar de cerca las actividades de mano de obra, las empresas agrícolas pueden maximizar la cantidad de kilogramos obtenidos por planta y el rendimiento por hectárea. Ello contribuye a una producción agrícola más rentable y sostenible.

Competitividad empresarial

El costo por hectárea es un indicador fundamental para evaluar la eficiencia y competitividad de una empresa agrícola en relación con otras compañías que cultivan el mismo tipo de cultivo. Este indicador proporciona una visión clara de los costos totales asociados con la producción en una determinada área de cultivo, lo que permite comparaciones significativas entre diferentes operaciones agrícolas.

Al calcular el costo por hectárea, es importante considerar los costos directos e indirectos. Los directos incluyen todos los gastos relacionados de forma directa con la producción agrícola, como la energía o el agua, la semillas, los fertilizantes, los pesticidas, la mano de obra directa, el combustible y el mantenimiento de maquinaria. Los indirectos abarcan gastos generales de la operación, como los sueldos del personal empleado operativo, los seguros, la depreciación y otros servicios operativos no relacionados con la producción.

Al comparar el costo por hectárea con otras compañías del mismo sector, pueden identificarse áreas donde una empresa puede ser más eficiente o enfrentar desafíos. Si el costo por hectárea de una empresa es más alto que el de sus competidores, podría indicar que la empresa incurre en costos más altos en ciertas áreas de su operación o que sus prácticas de gestión no son tan eficientes.

Si una empresa tiene un costo por hectárea más bajo en comparación con sus competidores, ello sugeriría que está implementando prácticas agrícolas más eficientes. Esta mejora es posible gracias a un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles o una gestión más efectiva de sus costos.

Al comprender el costo por hectárea y utilizarlo como una herramienta de comparación con otras empresas del mismo sector, las compañías agrícolas pueden identificar oportunidades para mejorar su eficiencia, reducir costos y aumentar su competitividad en el mercado. Ello puede implicar ajustes en las prácticas agrícolas, la adopción de tecnologías más eficientes o la optimización de la gestión de recursos para lograr una producción más rentable y sostenible

Rentabilidad de las operaciones 

El costo por kilogramo agrícola es un indicador esencial para evaluar la eficiencia y la rentabilidad de las operaciones agrícolas. Se calcula al dividir el costo total de producción entre la cantidad total de kilogramos cosechados, ajustado por el porcentaje de rendimiento. Este valor proporciona a las empresas agrícolas una medida precisa de la eficacia de sus prácticas agrícolas y les permite tomar decisiones estratégicas para optimizar sus procesos productivos. 

Al comparar el costo por kilogramo entre diferentes cultivos o técnicas de cultivo, los agricultores pueden identificar áreas de mejora y ajustar sus estrategias para maximizar sus márgenes de ganancia. Este indicador se basa de manera exclusiva en los costos asociados con la producción agrícola en el campo, al excluir los costos de procesamiento industrial, lo que permite una evaluación más precisa del rendimiento económico de las actividades agrícolas primarias. ¿Sueles aplicar estos indicadores en tu empresa? Cuéntanos tu experiencia.

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Entre los principales indicadores de producción del sector agrícola, se encuentran la productividad, el rendimiento, el costo por hectárea y el costo por kilogramo.

Jorge Carlos Araujo Becerra

Magíster en Finanzas Corporativas por la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC). Contador Público Colegiado, Universidad Alas Peruanas (UAP). Más de 20 años de experiencia profesional en las áreas de contabilidad y finanzas en empresas de servicios, de auditoría, holding y agroindustriales. En esta última posee la mayor parte de su experiencia laboral en la empresa Agrícola Athos (exportadora de arándanos y granada) y en Agrícola Chapi (exportadora de palta y uva de mesa).
Actualmente es sub gerente de planeamiento y control de gestión en Agrícola Chapi, liderando dos jefaturas: la de contabilidad y la de planeamiento y control de gestión.