Pequeñas inmobiliarias: cierre de año negativo

Pequeñas inmobiliarias: cierre de año negativo

Ana Reátegui, economista y docente de ESAN, analizó en Gestión cómo las pequeñas empresas del sector inmobiliario han visto afectado su rendimiento durante el año.

Compartir en: FACEBOOK LINKEDIN TWITTER WHATSAPP

El último reporte realizado por el Instituto de Economía Urbana de la Universidad ESAN, en colaboración con JLV Consultores, arroja perspectivas positivas: el 77% de empresas encuestadas considera que cerrará el año igual o mejor de lo esperado. No obstante, el desagregado por tamaño de empresa muestra diferencias notables.

“Las empresas grandes pueden manejar mejor sus costos porque pueden comprar más materiales”, explicó Ana Reátegui, economista y docente de la Universidad ESAN.

El segmento de vivienda no social tuvo una reducción de ventas de 9.6% durante setiembre y octubre, mientras que las ventas de Mivivienda Tradicional disminuyeron en 4.4%.

Factores que impactan a las constructoras

Las desarrolladoras inmobiliarias señalan que el principal factor que impacta negativamente en el negocio son las altas tasas para la colocación de créditos hipotecarios (32%). Así también, este año apareció el desafío del incremento en los costos de construcción (14%). Todos los niveles de empresas reportan el menor acceso a fondos de inversión de largo plazo como tercera problemática principal.

“El incremento de costos hace muy ineficiente a la pequeña empresa inmobiliaria, pero esta puede tener mayor agilidad, ya que puede realizar ventas más veloces por no estar atada a un mega proyecto”, precisó Reátegui.

Potenciales soluciones

El 39% de empresas encuestadas indica que una de las principales medidas para dinamizar el mercado es facilitar los trámites municipales para proyectos inmobiliarios. El 37% incluye también la promoción de políticas que generen mayor crecimiento vertical de las edificaciones.

¿Cómo enfrentan la coyuntura?

“Las inmobiliarias comienzan a segmentar mejor sus proyectos, y no solo construyen departamentos para familias tradicionales. Ahora hay personas que quieren vivir en lugares más retirados de Lima, así como también hay proyectos en el corazón de San Isidro que se compran para alquilar a ejecutivos, entre otras opciones”, mencionó Reátegui.

Lee la nota completa aquí.