Perú todavía no logra alcanzar esa madurez que nos lleve a un sitial privilegiado como país. Tal vez el primer paso para llegar a esta situación es comprender lo que siente el peruano de a pie y darle solución para lograr alcanzar esa madurez que nos conduzca de una vez por todas a ser una nación del primer mundo.

En un primer punto, Ana Reátegui, profesora del Área de Administración de ESAN, estuvo de acuerdo en que gran parte de la culpa de la crisis que nos golpea todavía se debe a factores internacionales, aunque acá también hemos hecho méritos suficientes.

Reátegui reveló que la situación que vive el país se debe a varios motivos. “Es como una especie de montaña que tiene valles, y luego viene otra montaña, y hay momentos de valle, y tranquilidad. Primero es tranquilidad y luego es abrupto. Entonces, esto es una situación política que, a diferencia de años anteriores, sí afecta el continuar de la economía, porque ya no son los mismos tiempos que cuando estábamos en el 2008, o 2010, 2012″.

La gente lo siente

Y aunque en un primer momento uno pueda pensar que las cosas en macro no le afecten al ciudadano común, lo cierto es que las grandes decisiones de los gobernantes al final la terminan sintiendo los que teniendo poco, cuentan con mucho que perder. La especialista mencionó que la crisis afecta tanto a las empresas informales como a las que están debidamente registradas.

Explicó que si las primeras pagan menos sueldos que las formales, que encima no pagan beneficios sociales y si se retrasan en los pagos, los más perjudicados serán los trabajadores. Esto los llevaría a sobrevivir de la venta del día. “Una venta que dejas de hacer un día es posiblemente el monto que necesitabas para la planilla, ¿no? Y entonces lo atrasas y tienes que decirle a tu trabajador ‘no te puedo pagar hoy, te pagaré mañana, Dios mediante, si es que podemos cobrar o vender’”, manifestó.

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