Numerosos estudios demuestran que uno de los principales factores que impiden a los profesionales seguir capacitándose es el tiempo disponible, y por eso es importante la modalidad a seguir para tomar una maestría o posgrado.
La demanda por una mayor capacitación y profesionalización de los peruanos no se detiene. Sin embargo, surge una serie de interrogantes sobre las modalidades más beneficiosas para seguir una maestría o estudio de posgrado, las cuales pueden ser presenciales, semipresenciales o virtuales.
Las maestrías semipresenciales surgen ante una demanda de profesionales que, por su ritmo de trabajo o estilo de vida, requieren llevar un posgrado a distancia. Sin embargo, la mayoría de los programas que se ofrecen en el Perú son presenciales.
¿El motivo? Pues el contacto profesor-alumno es mucho más directo y la interacción con los demás compañeros enriquece los conocimientos de los estudiantes. Por el contrario, en las modalidades virtual y semipresencial la responsabilidad en la organización del proceso de aprendizaje recae en el alumno. El estudiante debe tener la voluntad de autoorganizarse, de establecer horarios de estudios para poder desarrollar competencias y alcanzar las metas que tiene cada curso.
En opinión de Gonzalo Guerra García, director comercial de ESAN Graduate School of Business, en el Perú la modalidad presencial es la más requerida en programas de posgrado, tanto en diplomados como a nivel de maestrías.
"Su fortaleza se debe a que los profesionales valoran mucho el networking que pueden establecer en clase, siendo este atributo muy valorado a la hora de escoger una entidad educativa. Las personas quieren interactuar con otras, aprender de ellas y generar vínculos que puedan derivar en oportunidades de negocios", explicó.
Pese a que el formato presencial aún sigue siendo el más demandado en el Perú, el consumidor peruano está evolucionando hacia las maestrías de formato online o blended debido a su flexibilidad.
El docente de ESAN manifiesta que la modalidad virtual viene avanzando año a año producto de mejores sistemas e-learning para el dictado de clases y a la confianza que va generando esta modalidad.
"Se ha ido desterrando el mito de que la educación virtual es de menor calidad que la presencial", acotó. El especialista considera que los profesionales peruanos tienen cada vez más dificultades para continuar programas presenciales que les permitan actualizar sus conocimientos y potenciar su perfil, debido al ritmo de trabajo extenuante y al excesivo tráfico de ciudades como Lima, que dificultan asistir a un centro de estudios.
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Fuente: Revista G de Gestión