En 2021, McKinsey publicó un artículo titulado "Ayude a sus trabajadores a encontrar un sentido de propósito... u observe cómo se van de su empresa". Este documento pone de manifiesto una transformación significativa en el ámbito laboral pospandemia: un número creciente de empleados optó por abandonar sus organizaciones al no hallar un propósito personal en su trabajo. El análisis destaca cómo la emergencia sanitaria ha invertido las prioridades entre los propósitos individuales y organizacionales. En ese sentido, antes de la pandemia, el propósito organizacional tenía claramente un mayor peso, en desmedro de los propósitos individuales.

La pandemia significó un cambio de paradigma en el propósito de las personas frente a su organización, pero también motivó que el propósito personal en aspectos no relacionados con el trabajo, que antes estaba relegado, ahora cobre una mayor importancia. Después de haber sobrevivido a una experiencia traumática y de haber visto morir a familiares y amigos, las personas se preguntan si es el momento de vivir sus propios sueños, realizar ese viaje postergado infinidad de veces por el trabajo, formar una familia, tener tiempo para disfrutar sus hobbies preferidos, poder dedicarse a esa causa humanitaria en la que creen, entre otros proyectos que siempre tuvieron en mente, pero sin haberles dado la importancia debida.

A esta nueva actitud frente a la vida debemos añadir el cambio del contexto actual con la irrupción de la tecnología y el cambio constante como nuevo denominador aplicado al trabajo, pero también a la vida personal. Para los más jóvenes, llamados millennials o generación Z, la movilidad constante de empresa para trabajar, de país para estudiar y vivir, privilegia la búsqueda de un entorno que les permita desarrollar ese propósito personal de vida.

Las organizaciones que son atractivas para estas generaciones se están adecuando a estos nuevos requerimientos de los jóvenes talentos para poder ser atractivas, fomentando esquemas de trabajo flexible híbrido, desarrollando proyectos de apoyo a la comunidad donde el personal pueda participar activamente, generando esquemas organizacionales más planos.

Existe un reto grande para las organizaciones en tratar de ayudar a sus colaboradores a realizar sus propósitos personales, pero también tratando de que sus propósitos relacionados con el trabajo, su experiencia y en general la vivencia en el centro de trabajo sea estimulante, que genere un vínculo y compromiso con el propósito que tiene la propia organización.

Si los colaboradores se sienten motivados y tienen las condiciones adecuadas para poder desarrollar sus propósitos personales alcanzando una mayor satisfacción, la productividad aumentará, colaborando para que las organizaciones puedan ser competitivas en este contexto actual tan retador.

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