Hace unos años, un servidor con 40 o 50 años no tenía mayor preocupación de despido porque no conocía riesgo; pero en esta épica, quedarse sin trabajo a la edad de 50 es más que preocupante, porque las empresas creen que a esta edad baja la productividad.

Otto Regalado, director comercial de ESAN y profesor del MBA, señala que a esta edad las personas se encuentran en la etapa de declive profesional o laboral, por lo que es más difícil reintegrarse al mercado.

La situación se complica más si las personas no invirtieron en la actualización profesional, la especialización o la ampliación de conocimientos durante la fase de madurez profesional, que a la fecha va entre los 40 o 50 años.

En esta época de migración al sistema digital e inteligencia artificial, es sabido que las instituciones u empresas apuestan cada vez más por los jóvenes porque son los más cercanos a atender y conocer las necesidades de los clientes que buscan el autoservicio.

Regalado plantea que, con esta etapa anticipada de la fase de declive del mercado laboral, los profesionales tienen la oportunidad de dedicarse a la docencia o a formar consultorías, pero antes de que se encuentren en el mencionado proceso de declive. Con la experiencia adquirida, durante las fases de crecimiento y madurez las personas cuentan con todas las capacidades para desempeñarse en estos rubros.

Lee el artículo completo aquí.

Fuente: Correo - Arequipa