Tendencias y desafíos en el futuro de la dirección de proyectos

Tendencias y desafíos en el futuro de la dirección de proyectos

Ante los continuos avances tecnológicos y la avalancha informativa que mueven al mundo actual, la dirección de proyectos tendrá que adaptarse a una serie de tendencias que plantean distintos retos. Para mantener su vigencia, las empresas deben asumir estos cambios.

Por: Laurentiu Neamtu el 31 Agosto 2017

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La revolución tecnológica que vivimos ha puesto a nuestra disposición un casi ilimitado banco de información de acceso fácil, gratuita en su mayoría. Sin embargo, al margen de los beneficios que nos trae, el indiscriminado contenido que allí encontramos no siempre es validado o contrastado de forma debida. Estamos, entonces, ante una suerte de inflación informativa: un entorno inestable que provoca desconcierto, incertidumbre y confusión. En materia de gestión de proyectos, que es lo que este artículo ocupa, dicha realidad puede derivar en muchas decisiones equivocadas o insostenibles. 

La economía de hoy es impulsada por proyectos que cuentan con grados cada vez más altos de colaboración. La innovación y la creatividad también resultan componentes claves en la creación de valor, por lo que las culturas organizacionales están evolucionando para reforzar dichos intangibles en los empleados. Así van surgiendo nuevas formas de trabajo y de negocio, además de nuevos marcos legales para que las empresas puedan ajustarse a la complejidad de la globalización. Entonces, comprender y saber gestionar estos cambios será de vital importancia para las compañías que persigan una mayor eficacia. 

La innovación y la creatividad también resultan componentes claves en la creación de valor, por lo que las culturas organizacionales están evolucionando para reforzar dichos intangibles en los empleados.

De acuerdo a informes y estudios correspondientes a distintos organismos e instituciones internacionales, entre los que destaca una reciente publicación de la APM (Association for Project Management), los siguientes puntos pueden considerarse como los más relevantes en cuanto al impacto sobre los marcos de dirección de proyectos del futuro: 

  • Globalización y gestión de equipos virtuales: estadísticas del año 2015 estimaron alrededor de 1.3 billones de trabajadores virtuales en el mundo. Esta es una consecuencia de globalización que, empujada por los avances en el desarrollo de las TIC, promueve la conformación de equipos virtuales que sustituyan a las estructuras tradicionales basadas en la colocación y la centralización. Esto deja como reto el desarrollar habilidades de comunicación oportunas, así como marcos de gestión óptimos para la mano de obra virtual.
  • Giro en la innovación: pueden notarse mejores resultados en organizaciones que pasan de los modelos de innovación cerrada a los de innovación abierta, potencialmente más productivos en términos de creación de valor. El cambio afecta positivamente a la relación entre proveedor y cliente, a través de nuevas formas de colaboración e intercambio de datos.
  • Mayor diversidad en la fuerza de trabajo: se estima que, para el año 2020, la mitad de la fuerza de trabajo global estará formada por la generación Y (Milénica). En Europa, para 2060, la mitad de la fuerza de trabajo recaería en personas mayores de 65 años. Este escenario planteará el desafío de encontrar la mejor forma de gestionar puestos de trabajo multigeneracionales, que sean atractivos para todas las categorías de edad, nivel cultural, expectativas y conocimientos.
  • La "gig economy": se refiere a los mercados habilitados por la web, que conectan negocios y organizaciones con autónomos, consultores independientes y proveedores de servicios. Las nuevas plataformas online actúan como intermediarios, permitiendo el acceso de individuos con conocimientos y habilidades específicas para un mercado global en crecimiento continuo. Dentro de ellas habrá que buscar maneras de consolidar la seguridad del trabajo, la lealtad, la formación, el desarrollo profesional y nuevos tipos de contratos laborales.
  • La cultura corporativa cambiante: la responsabilidad social corporativa (CSR) se convierte en un elemento diferenciador para la captación de la mano de obra. Se estima que un 88% de la "generación Y" se decanta entre un empleador u otro en función de sus valores corporativos. El trabajo de conocimiento y la posibilidad de aprender pueden llegar a estimular más que el propio salario. 
  • La automatización y los modelos de colaboración hombre-máquina y máquina-máquina: el uso en aumento de la robótica, la IA (Inteligencia Artificial) o el IOT (Internet of Things) ha generado nuevos tipos de puestos de trabajo, pero también la necesidad de habilidades, conocimientos y formación específica para desempeñarlos. Se prevé una división de funciones que tome en cuenta, por un lado, las habilidades esencialmente humanas; y por el otro, las tareas básicas, repetitivas y/o de alto riesgo, que se asignarían a las máquinas.  

Señalados estos puntos, mención aparte merece el tema de los grandes y complejos proyectos de construcción, los cuales no pueden quedar al margen de la digitalización. Últimamente, sistemas integrados como BIM (Building Information Modelling) comienzan a marcar tendencia, al punto de que algunas administraciones estatales y regionales ya establecen como requisito que los proyectos de construcción usen algún sistema integrado de gestión digital. De esta manera, se busca sumar garantías para la eficiencia y la productividad de las obras públicas, gracias a un análisis mejor estructurado. 

Los avances tecnológicos, pues, van abarcando cada vez más aspectos dentro de la gestión de proyectos. ¿Cómo mantendría usted a su empresa dentro de estacorriente?  

La innovación y la creatividad también resultan componentes claves en la creación de valor, por lo que las culturas organizacionales están evolucionando para reforzar dichos intangibles en los empleados.

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