En la actualidad, la humanidad vive la llamada cuarta revolución industrial, también conocida como 4.0. A diario nos enfrentamos cara a cara con este nuevo paradigma que se ha instaurado en los cimientos más profundos de los países. Y es que el avance tecnológico ha crecido de manera exponencial en los últimos 20 años. 

Según el reporte Theres no place like (a connected) home de McKinsey&Company, durante el 2017, 29 millones de hogares en Estados Unidos tenían instalados dispositivos inteligentes de distinta clase en sus casas. También se revela que el crecimiento de la tendencia es del 31 % al año. 

En medio de la revolución

En la era actual, tecnologías como el big data, el internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) han ganado mucha popularidad. Son conceptos que ya no nos parecen nada lejanos, porque se han convertido en una realidad y son temas con los que crecerá la nueva generación alfa.

La generación alfa crecerá en un entorno donde se imponen nuevas formas de relacionamiento con la familia, sobre todo con sus padres, quienes serán millennials.

Este grupo etario abarca a las personas nacidas a partir del 2011, a quienes se les considera la primera generación digital. Se caracterizarán por ser personas que empezarán a observar el mundo a través de una pantalla, mientras que su entorno más cercano (padres) estará constantemente conectado a celulares e internet. 

El objeto transicional

El psicoanalista Donald Winnicott, en su teoría sobre "la zona intermedia de experiencia", hace alusión a un tema importante en el desarrollo de la persona desde una temprana edad. El objeto transicional, al cual hace referencia Winnicott, aparece en el momento en que la madre impone una distancia con el bebé. 

Es en ese momento cuando el niño siente una frustración intolerable y genera una angustia importante que debe ser expresada para mantener un yo sano. Así se da lugar al objeto transicional, al cual el niño se apegará para canalizar la angustia. Es decir, este objeto se transforma en un sustituto materno. 

Según el psicoanalista, este objeto puede ser un peluche, una manta, una almohada, etc. Permite al infante elaborar una zona intermedia entre él y otra persona o entre él y la realidad. Así le ayudará a relacionarse con su entorno y todo lo que ello implica, como pueden ser emociones fuertes generadas, tanto positivas como negativas. 

Generación alfa y el objeto transicional 4.0

La generación alfa crecerá en un entorno donde se imponen nuevas formas de relacionamiento con la familia, sobre todo con sus padres, quienes serán millennials. Como mencionamos, los padres estarán completamente interconectados al mundo digital, por lo que probablemente el distanciamiento con los hijos se produzca pronto. 

Al darse este distanciamiento, muchas veces empujado por los dispositivos digitales, los padres prestarán cada vez menos atención a sus hijos. Por ello, estos niños pertenecientes a la generación alfa se verán en la necesidad de buscar un objeto transicional para suplir la ausencia de la madre y el padre. 

Sin ir muy lejos, podríamos esbozar una presunción de qué objeto será el encargado de asumir el rol transicional para los niños de la generación alfa. Me refiero a los dispositivos móviles. Los niños recurrirán al objeto más cercano y como ya sabemos, esta es una generación que nace con lo digital bajo el brazo. 

Este hecho puede resultar un poco anecdótico, pero es de suma importancia para los nuevos padres, ya que deberán tener en cuenta la relevancia del relacionamiento con sus hijos, quienes formarán parte de la nueva generación. Una relación que tendrán que forjar dejando de lado sus celulares, y no dejarle la crianza al nuevo objeto transicional 4.0. ¿Qué acciones plantearían para mejorar esta relación? Déjanos tu opinión.