Curso en Diseño y Rediseño Organizacional para la Administración Pública

La Política de Modernización Pública constituye un inductor de cambio en la gestión de las entidades del Estado para proporcionar bienes, servicios, y regulaciones en beneficio de los ciudadanos. Para llevar a cabo tales intervenciones, las entidades públicas requieren contar con una estructura organizacional que responda a sus necesidades, se adapte al entorno, y que coadyuve a la creación de valor público. Tal estructura debe ser el resultado de un diseño organizacional, fruto de estudios, análisis, experiencias, conocimiento teórico, y el empleo de criterios y principios en materia organizacional por medio de los cuales quede claramente establecido las responsabilidades y líneas jerárquicas en las entidades públicas.

Cuando la estructura organizacional no responde a un diseño (o rediseño) organizacional, la entidad sufre de exceso, o déficit, de unidades de organización, lo cual impacta negativamente en el cumplimiento de la misión por la que fue creada, o en la consecución de los objetivos estratégicos y metas que se ha propuesto, y por lo tanto, la idea organizacional peligrosamente se reduce a la parte gráfica representativa de un organigrama como producto final, al cual se les puede agregar y suprimir “cajitas” sin considerar las expectativas y necesidades de los ciudadanos, el cumplimiento de políticas y metas, el uso racional de los recursos públicos, la integración de las funciones por afinidad y complementariedad, o a las normas de organización ya establecidas.

A inicios de la tercera década del siglo XXI, con los cambios profundos en los valores de la sociedad, las rápidas comunicaciones, los saltos científicos, y el empleo intensivo de las tecnologías de la información, cada acción genera cambios previstos y también no deseados en la cultura organizacional, y por lo tanto; una de las partes más sensibles que es impactada constantemente es la estructura organizacional. Por tal motivo, y por la importancia de sus repercusiones, el conocimiento del diseño y rediseño organizacional en el sector público se hace imprescindible para contar con entidades públicas, ágiles, eficaces, eficientes, y siempre creadoras de valor público.