Antilíder: persona tóxica que pone en riesgo a la empresa si no es detectada a tiempo

Antilíder: persona tóxica que pone en riesgo a la empresa si no es detectada a tiempo

El personal, al verse en un mal clima laboral, genera sentimientos de rebeldía, hostilidad y venganza. Mejorar el ambiente recae en Recursos Humanos y en los colaboradores. Así lo explica Luis Felipe Calderón, profesor del MBA de ESAN, en este artículo para el diario Gestión.

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¿Alguna vez estuvo emocionado por empezar un nuevo trabajo, pero al ingresar se topó con un mal jefe? ¿Se decepcionó y a los pocos meses de comenzar tuvo que retirarse por el mal clima laboral? Existe una serie de características para identificar a estas personas, llamadas tóxicas, y así poder mejorar la relación a futuro.

1. ¿Cómo identificarlas?

¿Cómo identificarlas? Un mal jefe en el Perú suele ser soberbio y abusador. Para distinguirlo, demanda halagos y reverencias. Además, no acepta discrepancias, no escucha, solo impone, sobreexige, amenaza y despide, señala Luis Felipe Calderón, profesor del MBA de ESAN. 

2. Daño en la compañía

La empresa se verá afectada gravemente si continúa reteniendo al mal líder. Si los colaboradores optan por quedarse, habrá pasividad, negativismo y hasta podrá desatar conductas delictivas (robarle a la compañía o demorar los trabajos), señala Calderón. "Solo pensarán en sobrevivir, no aportarán ni innovarán; y se desencadenarán situaciones de rebeldía, hostilidad y/o venganza", añade.

3. Posibles soluciones

Para enfrentarse al mal líder, primero se debe identificar los demás perfiles que ocupan los altos puestos. Por ejemplo, existen dos casos de personas tóxicas en las empresas: aislados (cuando la persona es solo el jefe directo) o sistémicos (significa que el organigrama está compuesto de malos líderes).

En el primer caso, Calderón recomienda conversar confidencialmente con el área de Recursos Humanos para que evalúe la situación. Seguidamente, ellos buscarán una solución con el jefe problema o con su líder in- mediato. Con respecto al segundo caso, con un sistema corrompido, el especialista recalca que solo los malos, mediocres y resignados quedarán en el área, sin mucho futuro.

Lee el artículo completo aquí.

Fuente: Gestión