Las billeteras digitales han registrado una enorme evolución durante los años siguientes a la pandemia, con Yape y Plin como los casos más relevantes. Sin embargo, aún quedan muchos desafíos para asegurar su llegada a las zonas rurales.
Las billeteras digitales se han convertido en uno de los medios de pago más utilizados en el Perú. Durante los últimos siete años, las operaciones a través de estas plataformas se quintuplicaron, gracias a su interoperabilidad, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Sin embargo, y pese a su facilidad de uso, todavía quedan muchos retos pendientes para asegurar su uso masivo en los próximos años.
La pandemia fue un detonante del incremento de los pagos a través de billeteras digitales, al forzar su adopción masiva como parte del cambio de hábitos que generó en el perfil del consumidor promedio. Antes de la covid-19, BIM, plataforma impulsada por la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc), registraba menos de un millón de usuarios, pese a tener varios años de operación en el mercado. Poco después, fue desplazada en captación de usuarios por competidores con rápido crecimiento, como Yape y Plin.
Otra razón de su creciente popularidad es el efecto de red que estas aplicaciones generaron en el ecosistema de pagos, a partir de la percepción de utilidad que tuvo para varios grupos. A ello, debemos añadir la adopción de este método de pago en montones de establecimientos, lo que favoreció que cada vez más clientes adoptasen las billeteras móviles más populares del mercado, las cuales pasaron a convertirse en un estándar.
Un incentivo adicional fueron los bajos costos de operación que representaba la implementación de pagos digitales a través de billeteras móviles. Asimismo, las aplicaciones tienen interfaces cada vez más amigables para los usuarios de cualquier edad, además de brindarles un amplio abanico de canales de atención disponibles para retirar y depositar fondos. Hoy, más de 22 millones de peruanos (más del 70 % de la población) realizan pagos por alguna aplicación, sobre todo por montos pequeños.
El mercado peruano se caracteriza por la presencia de una gran cantidad de pequeños comercios, una fuerte presencia de pocos competidores grandes en el sistema bancario y escasas start-ups vinculadas a pagos digitales y transferencias. Estas condiciones facilitaron el surgimiento y evolución de las operaciones a través de billeteras digitales, a través de las cuales hoy se busca bancarizar a personas sin una cuenta bancaria.
Otro cambio generado a partir del uso creciente de estas aplicaciones es el aumento de seguridad de las personas al realizar pagos, ya que no existe la posibilidad de recibir billetes falsos o deteriorados, o que les cobren más de lo que corresponde, por ejemplo. En ese sentido, se espera que más del 50 % de la población peruana realice compras online con frecuencia en los próximos años.
Como lo mencionamos al inicio, las billeteras más populares en el Perú hoy son Yape y Plin. Si bien la primera le sacaba mucha ventaja a la segunda en número de usuarios, hoy la brecha es cada vez más corta. Las claves del éxito fueron la creación de una economía de red, es decir, la incorporación de cada vez más negocios y usuarios a los aplicativos. La aceptación masiva permite que cada vez más empresas y personas con negocios individuales se integren al sistema.
A pesar de la popularidad creciente de las billeteras digitales, todavía existen muchas personas en el país que no tienen acceso a internet, sobre todo en zonas alejadas de las ciudades. Es responsabilidad del Gobierno implementar la infraestructura necesaria para asegurar la conectividad de cada vez más ciudadanos.
En el Perú, aún existe un gran porcentaje de población con bajo nivel de generación de ingreso, que subsisten al día con lo poco que ganan y no suelen tener una cuenta de ahorros. Estas personas suelen preferir el uso de efectivo como medio de pago y depósito de valor. Es necesario brindarles una educación financiera para que entiendan los beneficios del ahorro y la inversión.
Un tercer reto consiste en promover la identidad digital y las soluciones basadas en ella. Los usuarios deben ser dueños de sus números de cuenta y no las empresas de servicios financieros. En general, se requiere otorgar a cada usuario mayor control sobre su flujo de información, para facilitar su integración a las soluciones de pago. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.
Asesor de empresas de los sectores retail, servicios tecnológicos, consumo masivo, salud y pesca. Consultor en valorización de empresas, fusiones y adquisiciones, evaluación de planes de negocio/proyectos de inversión, estructuración y captación de financiamientos. Co-fundador de empresas de base tecnológica del sector retail y finanzas. Ph. D. (c) en Gestión Estratégica por el Consorcio de Universidades. MBA por ESAN, Economista por UNMSM. Especializaciones en Finanzas Cuantitativas, y Data Science.
Cada empresa dispone de muchas opciones para gestionar su excedente de efectivo. En el contexto peruano, si bien las compañías son muy conservadoras, existen opciones más riesgosas, pero con rendimiento más atractivo a mediano y largo plazo.