
Una marca debe emitir mensajes sintonizados con su identidad para generar una imagen positiva en el público objetivo. Las empresas pueden lograr esta coherencia si trabajan con base en seis componentes básicos que te explico a continuación.
Las empresas afrontan el reto de captar la atención de unos consumidores que cada día se exponen a una gran variedad de mensajes comerciales. Para destacar en este escenario tan competitivo, los marketeros se ven tentados a ajustar su estrategia de comunicación de modo que puedan aprovechar las modas y tendencias del momento, pero sin considerar si sus mensajes son consistentes con su identidad de marca.
En esta línea, una marca puede mostrarse como exclusiva y, al día siguiente, virar para apelar a la accesibilidad de sus productos con el fin de llamar la atención de una audiencia saturada. Asimismo, una marca tradicional puede adoptar un tono juvenil y desenfadado en redes sociales, a la vez que se aleja de su esencia. Estas inconsistencias generan confusión en el consumidor, debilitan el posicionamiento y reducen la conexión emocional con la audiencia. Incluso pueden ocasionar que la marca se perciba como poco auténtica y oportunista, lo que motivará su rechazo.
Para evitar estas consecuencias negativas, es esencial que los gestores de marketing desarrollen una estrategia de comunicación clara que garantice la coherencia en cada punto de contacto a lo largo del tiempo y refleje la identidad que desean transmitir.
La identidad de marca puede entenderse de forma sencilla como la personalidad y los valores que la definen como única en el mercado y deben transmitirse en todo atributo visible, como el eslogan, la etiqueta, la forma en que el personal atiende a los clientes e incluso los socios con los que se relacionan. Si una marca no tiene una identidad clara o no la comunica de forma coherente, su mensaje se diluye y pierde impacto. No olvidemos que los consumidores buscan marcas con las que puedan identificarse y confiar. Por ello, para construir una comunicación efectiva y coherente, cada interacción con el público debe reforzar esta identidad.
Ahora que entendemos por qué es relevante mantener una coherencia entre identidad y mensajes, debemos prepararnos para evaluarla y garantizarla en el tiempo. Un camino para lograrlo es aplicar el prisma de identidad de marca, una herramienta que ayuda a evaluar si la imagen proyectada hacia los consumidores realmente es fiel a la esencia de la marca que ha sido definida por la empresa. Para ello, se exploran seis aspectos emparejados, dada la estrecha relación que deben mantener.
Como podemos ver, la coherencia entre identidad y comunicación no solo es un problema de grandes empresas ni tampoco una labor de medio tiempo. Se trata de una necesidad para diferenciarse en un mercado competitivo y que se construye en todo momento. El prisma de Kapferer es una herramienta poderosa para garantizar que cada mensaje refuerce la esencia de tu marca y genere una conexión auténtica con tu público. ¿Qué estrategias has seguido para evaluar y fortalecer la identidad de tu marca? Cuéntanos tu experiencia.
Director de las Maestrías en Marketing y Ventas, y en Dirección de Marketing e Innovación Digital. Jefe de Marketing Posgrado de ESAN Graduate School of Business. Especialista en marketing con amplia experiencia en investigación de mercados, diagnóstico empresarial, modelos y planes de negocio, inteligencia comercial y marketing estratégico. Ph. D. en Negocios con especialidad en Marketing por la Universidad de Granada, España. Máster en Marketing Intelligence por ESIC Business & Marketing School, España. MBA con especialización en Marketing Internacional por e ESAN Graduate School of Business.
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