A medida que enfrentamos los complejos desafíos del siglo XXI, los problemas del desperdicio de alimentos y la agricultura sostenible se han vuelto cada vez más críticos. En el 2024, estas preocupaciones están al frente de las discusiones globales, con soluciones innovadoras que emergen para abordar los impactos ambientales y económicos del desperdicio de alimentos, mientras se promueven prácticas agrícolas regenerativas.
Este artículo explora las últimas tendencias en la reducción del desperdicio de alimentos y la agricultura regenerativa, con especial énfasis en su importancia para la sostenibilidad y el futuro de nuestro planeta.
El desperdicio de alimentos es un problema global significativo. Aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos en un año se pierden o desperdician. Esto equivale a alrededor de 2500 millones de toneladas de alimentos, lo que contribuye, en promedio, al 6 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del mundo.
El impacto ambiental es profundo, ya que los desechos de alimentos que se descomponen en los vertederos liberan metano, un potente gas de efecto invernadero, que exacerba el cambio climático. Además, el desperdicio de alimentos representa una pérdida económica colosal, con un valor estimado de USD 230 000 millones por año.
En el 2024, los esfuerzos para abordar el desperdicio de alimentos se intensificaron, con un aumento de la conciencia y las iniciativas de medición. El Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos 2024 enfatiza la importancia de comprender la magnitud de este problema para catalizar acciones hacia su reducción.
El informe brinda sólidas estimaciones globales y nacionales. Asimismo, destaca la necesidad de estrategias efectivas para abordar el desperdicio de alimentos en varios sectores, incluidos el comercio minorista, los servicios de alimentos y los hogares.
Una de las tendencias más prometedoras en la lucha contra el desperdicio de alimentos es el auge de la gastronomía de desperdicio cero. Este movimiento se centra en minimizar el desperdicio mediante el uso de todos los componentes de cada alimento, como las cáscaras, las semillas y otros elementos que suelen descartarse. Restaurantes como Silo, en Brighton, lideran el camino al eliminar el embalaje y emplear materiales reciclados. Ello demuestra que las prácticas de desperdicio cero pueden ser innovadoras y sostenibles a la vez.
La gastronomía de desperdicio cero se extiende más allá de los restaurantes individuales, lo que influye en toda la cadena alimentaria, desde la agricultura hasta el comercio minorista y la hospitalidad. Al priorizar los productos locales y de temporada, esta tendencia no solo reduce el desperdicio, sino que también apoya a las economías locales y reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos.
Además de los movimientos de base, las grandes corporaciones y los gobiernos desempeñan un papel crucial en la reducción del desperdicio de alimentos. Iniciativas como el 10 x 20 x 30, que involucra a importantes minoristas de alimentos y proveedores que buscan reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el 2030, ejemplifican este compromiso. Empresas como el Grupo Ingka (IKEA) ya lograron reducciones significativas en el desperdicio de alimentos, lo que evidencia su potencial para cumplir con objetivos globales como el de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que consiste en reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el 2030.
Estos esfuerzos están respaldados por medidas legislativas, como el objetivo del Reino Unido de reducir el desperdicio de alimentos en un 50 % para el 2030, y nuevas regulaciones que exigen a las empresas gestionar el desperdicio de alimentos de manera más sostenible. Tales políticas no solo alientan a las empresas a adoptar mejores prácticas, sino que también aumentan la conciencia pública sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos.
Los hogares son los mayores contribuyentes al desperdicio de alimentos, ya que representan una parte significativa del desperdicio total. En el Reino Unido, por ejemplo, el 70 % del desperdicio de alimentos proviene de los hogares. Abordar este problema requiere educar a los consumidores sobre cómo gestionar mejor los alimentos, comprender las fechas de caducidad y disminuir el deterioro. Acciones simples, como planificar las comidas, almacenar los alimentos adecuadamente y usar las sobras de manera creativa, pueden reducir de forma significa el desperdicio de alimentos en los hogares.
Si bien la reducción del desperdicio de alimentos es crucial, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles es igual de importante. La agricultura regenerativa emerge como una tendencia clave en el 2024 y ofrece un enfoque holístico a la agricultura que restaura los ecosistemas, mejora la salud del suelo y aumenta la biodiversidad. Este enfoque va más allá de la sostenibilidad, y se centra en regenerar y renovar los recursos naturales.
Las prácticas de agricultura regenerativa, como la rotación de cultivos, la agricultura sin labranza y el uso de fertilizantes naturales, no solo mejoran los rendimientos y la calidad de los cultivos, sino que también juegan un papel importante en la captura de carbono, para combatir el cambio climático. Al mejorar la salud del suelo, la agricultura regenerativa aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas y los vuelve más capaces de resistir los desafíos ambientales.
La integración de la tecnología y la innovación impulsan la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. La agricultura de precisión, por ejemplo, utiliza tecnologías avanzadas como drones, sensores y algoritmos impulsados por inteligencia artificial (IA) para optimizar el uso de recursos y minimizar el desperdicio. Estas tecnologías permiten a los agricultores monitorear la salud de los cultivos, analizar las condiciones del suelo y gestionar el uso del agua con precisión para promover prácticas agrícolas más eficientes y respetuosas con el medioambiente.
El uso de gemelos digitales e IA generativa en la agricultura también revoluciona la forma en que los agricultores planifican y gestionan sus operaciones. Estas herramientas proporcionan información valiosa sobre el rendimiento de los cultivos y las condiciones ambientales, lo que permite una toma de decisiones más informada y mejores resultados de sostenibilidad.
Abordar los desafíos del desperdicio de alimentos y la agricultura sostenible requiere esfuerzos colaborativos de todas las partes interesadas, incluidos Gobiernos, empresas y consumidores. Las asociaciones público-privadas, como se destaca en el Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos 2024, son esenciales para implementar soluciones efectivas y lograr los objetivos globales de sostenibilidad.
La Cumbre de Agricultura Regenerativa Europa 2024 ejemplifica la importancia de la colaboración, al reunir a las partes interesadas de las industrias alimentaria y textil para impulsar el cambio y acelerar la transición hacia prácticas regenerativas. Al trabajar juntos, podemos construir un sistema agrícola más resiliente y sostenible que beneficie tanto a las personas como al planeta.
En el 2024, las tendencias en torno a la reducción del desperdicio de alimentos y la agricultura regenerativa reflejan un creciente reconocimiento de la necesidad de prácticas sostenibles. Al adoptar la gastronomía de desperdicio cero, apoyar iniciativas corporativas y gubernamentales, y promover la agricultura regenerativa, podemos abordar los impactos ambientales y económicos del desperdicio de alimentos, mientras aseguramos un futuro sostenible para las generaciones venideras.
A través de la colaboración y la innovación, tenemos la oportunidad de crear un sistema alimentario que nutra tanto a las personas como al planeta, y allanar el camino para un mundo más sostenible y resiliente. En ese sentido, cabe preguntarse si en nuestro país el sistema alimentario se enfoca en los puntos mencionados y qué podemos hacer al respecto. Tú eres parte del sistema y del futuro, capacítate y comienza con el cambio. ¿Qué acciones consideras que pueden impulsarse desde el Perú para reducir el desperdicio de alimentos? Déjanos tu opinión.
Referencias
La colaboración y la innovación favorece la creación de un sistema alimentario que nutra a las personas y al planeta, y allanar el camino para un mundo más sostenible y resiliente.
Ingeniero de Industrias Alimentarias por la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Magister Scientiae en Agronegocios por la Universidad Nacional Agraria La Molina. Magister en Administración Estratégica de Empresas por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Amplia experiencia en el sector agroindustrial, alimentos y bebidas, ocupando posiciones gerenciales en distintas empresas con énfasis en I+D, comercio exterior, operaciones y retail. Realiza actividades de consultoría en proyectos de inversión, desarrollos comerciales, planeamiento estratégico, competitividad y gobierno de personas con énfasis en empresas familiares. En los últimos años se ha especializado en agricultura orgánica, manejo de invernaderos, waste management y biotecnología aplicada al agro.
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