Alternativas de inversión como los depósitos a plazo fijo y los fondos mutuos destacan por su alto nivel de flexibilidad. Si el interesado cuenta con un capital más grande para empezar a invertir, puede comprar un inmueble para alquiler, acciones o bonos.
En el escenario actual, cada vez son más las personas se interesan por destinar el dinero que les sobra en alguna opción financiera que les permita aumentar el bienestar de su familia a largo plazo o protegerse ante una eventual crisis. En ese sentido, el sector financiero ofrece hasta cuatro alternativas muy interesantes que se pueden considerar, siempre que se tenga el perfil de inversionista adecuado para alguna de ellas.
Un depósito a plazo fijo permite ahorrar dinero mediante la entrega de un monto a una entidad financiera por un periodo determinado, bajo un contrato que establece el plazo y la tasa de interés. El interés pagado por la institución puede ser muy atractivo cuando se manejan plazos mayores a seis meses. Esta opción destaca por su flexibilidad, ya que permite retirar el dinero cuando se quiera, previo pago de una penalidad si no se ha cumplido el plazo, y no suelen exigirse montos mínimos para empezar.
Otra alternativa importante son los fondos mutuos. Consiste en un patrimonio constituido por el aporte de personas y empresas que permite maximizar la rentabilidad del dinero. También son bastante flexibles, ya que podemos encontrar fondos que exigen aportes muy bajos, de hasta 20 soles, para empezar a invertir con rapidez. Estos fondos también minimizan el riesgo de pérdida de todos los participantes y pueden liquidarse en cuestión de dos o tres días.
La compra de inmuebles para alquiler es otra alternativa interesante a largo plazo, con una rentabilidad anual del 5 % al 8 %, según el tipo de inmueble, la localización y el precio del alquiler. Quizás el mayor problema es que el monto de inversión inicial es mucho mayor, pero se compensa con el hecho de que el flujo de caja será constante y con posibilidad de incrementarse si se aprecia el valor del inmueble o de la zona.
Una cuarta opción es la compra de acciones de empresas con potencial de crecimiento. Si bien permiten protegerse mejor de una posible inflación, la inversión inicial puede ser demasiado elevada según el tipo de empresa que se elija. Una alternativa final son los bonos, aunque el monto de inversión suele ser tan alto que no puede ser pagado de manera directa por una persona, sino que este proceso debe realizarse mediante una entidad especializada.
Para elegir la opción más adecuada, cada persona debe evaluar sus gastos prioritarios y definir el monto de sus ingresos que podrá destinar a la inversión, además de considerar el riesgo de pérdida. En ese sentido, instituciones como la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) cuentan con herramientas digitales que permiten a los usuarios conocer sus perfiles de riesgo para empezar a invertir.
Una vez definido este perfil, es necesario revisar cada alternativa de inversión. Un consejo final es acercarse a una sociedad de agente de bolsa para recibir un asesoramiento más especializado y definir si se optará por una estrategia de inversión activa o si se prefiere que lo haga la entidad. No obstante, en estos últimos casos, los montos iniciales de inversión pueden ser difícilmente accesibles. ¿Has realizado algún tipo de inversión? Cuéntanos tu experiencia.
Para elegir la alternativa de inversión más adecuada, cada persona debe evaluar sus gastos prioritarios y definir el monto de sus ingresos que podrá destinar a este fin.
Asesor de empresas de los sectores retail, servicios tecnológicos, consumo masivo, salud y pesca. Consultor en valorización de empresas, fusiones y adquisiciones, evaluación de planes de negocio/proyectos de inversión, estructuración y captación de financiamientos. Co-fundador de empresas de base tecnológica del sector retail y finanzas. Ph. D. (c) en Gestión Estratégica por el Consorcio de Universidades. MBA por ESAN, Economista por UNMSM. Especializaciones en Finanzas Cuantitativas, y Data Science.
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