Los riesgos del modelo de gestión ALM

Los riesgos del modelo de gestión ALM

La gestión de activos y pasivos (ALM, por sus siglas en inglés) permite a las empresas identificar los riegos de mercado a los que se enfrentan. Este modelo de gestión toma en cuenta cinco riesgos que es necesario conocer.

Por: Arturo García Villacorta el 03 Enero 2024

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En los últimos años, la gestión de activos y pasivos, o assets and liabilities management (ALM), se ha convertido en una labor estratégica en el interior de las entidades financieras que desean maximizar o, cuanto menos, asegurar la estabilidad de su margen financiero a corto y mediano plazo. Ello debido a que cada vez más agentes del mercado consideran este margen como un indicador clave de la solvencia y el valor económico del negocio.

En ese sentido, es importante que las empresas tengan mayor conocimiento sobre la ALM para identificar los posibles riesgos de mercado que pueden afrontar, y que vienen dados por las fluctuaciones en los precios de variables que determina el mercado como las tasas o tipos de interés y el tipo de cambio.

Gestión financiera

La ALM consiste en administrar la estructura financiera del balance de una organización. En ese sentido, abarca acciones orientadas a la identificación, gestión y valoración de los riesgos a los que se verá sometida la actividad de una entidad, siempre desde un punto de vista global. Así, se aprovecharán las oportunidades de crecimiento en el mercado, pero manteniendo una exposición limitada a los riesgos tolerables que se hayan identificado.

En el interior de las empresas, la ALM es una labor que suele encargarse a un comité de activos y pasivos. Este suele ser conformado por miembros de la alta gerencia, debido a la magnitud de las decisiones y los temas que se tratan, aunque la composición varía según las particularidades de cada empresa.

Riesgos a tomar en cuenta

Los riesgos considerados por la ALM varían de forma significativa entre una y otra empresa, debido a factores como la naturaleza y el modelo del negocio. No obstante, podemos establecer cinco tipos de riesgo que suelen tomarse en cuenta.

  • Liquidez. Se refiere a la capacidad de la empresa para afrontar sus obligaciones de pago y compromisos sin perjudicar las condiciones financieras. Ello incluye la venta de activos o colaterales a un precio inferior de lo esperado.

  • Crédito. A pesar de que este riesgo es gestionado por una función independiente, también constituye un aporte principal a la ALM por su influencia sobre las magnitudes de balance (inversiones, efectivo, préstamos, etc.).

  • Tipo de interés. Alude a las pérdidas que podrían generarse por una variación adversa en los tipos de interés y el impacto potencial en los flujos de caja. Esta variación se determina a partir de la posibilidad de que el activo y el pasivo no tengan la misma cantidad de instrumentos fijos y variables.

  • Gestión de capital. Abarca procesos continuos y dinámicos de la empresa que requieren capital y financiamiento a corto y mediano plazo. Está vinculado con factores como la capacidad de generar ingresos, las previsiones de crecimiento empresarial y la política de distribución de dividendos.

  • Tipo de cambio. Este riesgo se determina a partir de las fluctuaciones de las divisas. Si los activos y pasivos se mantienen en monedas distintas, la variación entre tipos de cambio produciría un desajuste.

Si la ALM se realiza de manera correcta, asegurará la inversión óptima de los activos y la gestión eficiente de los pasivos captados. Por ello, es importante seleccionar con cuidado a los miembros de la empresa que formarán parte del comité orientado a esta labor.

Si quieres ampliar tus conocimientos en este campo, presta atención a las siguientes pautas y participa en el curso Gestión de Tesorería del Programa de Especialización para Ejecutivos de ESAN.

Fuentes bibliográficas:

 

Arturo García Villacorta

MBA por la Université du Québec-Montreal. Magíster en Administración por ESAN. Programa de Alta Dirección (PAD) por la Universidad de Piura. Economista por la Universidad Mayor de San Marcos. Profesor de los Programas de Finanzas de ESAN. También es consultor de empresas. Ha sido director del Banco de Comercio, Alpeco, Cadena de Hoteles Las Américas; director del Banco de Comercio, Alpeco, Cadena de Hoteles Las Américas; Gerente de Riesgos de INTERFIP; Jefe de la División de Control de Instituciones de la Superintendencia de AFP; Gerente de Finanzas de Latam S.A. (GE); Gerente de Finanzas del ICE; Gerente General Adjunto, Gerente Central de Finanzas y Gerente de Tesorería del Banco Industrial del Perú, entre otros.

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