Oportunidades y retos para una educación global desde casa

Oportunidades y retos para una educación global desde casa

Peter Yamakawa, decano de ESAN Graduate School of Business, explica en la Revista Gestión cómo la educación online puede permitir una mayor internacionalización de los programas posgrado en medio de la pandemia. También, señaló los retos de esta modalidad de estudios y la responsabilidad de las instituciones educativas para continuar ofreciendo un servicio de calidad.

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Cientos de estudiantes de maestría se han visto imposibilitados de realizar viajes al exterior como parte de sus programas producto de la pandemia del COVID-19. Frente a esta problemática, la enseñanza online se constituye como una alternativa en dos frentes que son complementarios: i) permitir la continuidad del programa a través del dictado de clases online en tiempo real en las mismas fechas en las que estaban programados los viajes, lo que evitaría retrasos, ii) potenciar el componente internacional de las mallas académicas al permitirle a los estudiantes llevar más clases con profesores del exterior.

Si bien ambos puntos se vienen implementando en varias instituciones, aún existen grandes retos y posibilidades de mejora. Uno de ellos es la flexibilización de los convenios de cooperación que tengan las escuelas de negocios peruanas y sus pares del extranjero para permitir un mayor flujo de intercambio de profesores e incluso estudiantes de manera online. Considerando que las clases a nivel posgrado se dan aún de forma de remota en muchos países para evitar aglomeraciones, existe la posibilidad de lograr mayores sinergias y un intercambio cultural nunca antes visto. Para lograrlo, tiene que existir voluntad, tanto en las instituciones, en los profesores, así como en el alumnado, por encontrar horarios y días (sábados o domingos, por ejemplo) en los que las diferencias horarias no sean perjudiciales para ninguna de las partes. Si bien los estudiantes que se matricularon a un programa lo hicieron bajo unas fechas ya estipuladas, con un poco de flexibilidad se pueden generar espacios para un mayor intercambio cultural.

Aunque las fronteras físicas puedan estar cerradas, en un contexto nunca antes visto, todos los que estamos en el sector educación tenemos la oportunidad de transformarlo gracias a la colaboración y a la internacionalización. Queda en nosotros lograrlo.

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Fuente: Revista Gestión