
El concepto de Six Sigma tiene sus raíces en una teoría matemática del siglo XIX. Se abrió camino en el actual mundo empresarial a través de los esfuerzos de un ingeniero de Motorola, en la década de 1980. Ahora, anunciado como una de las principales prácticas metodológicas para mejorar la satisfacción del cliente y perfeccionar los procesos comerciales, el Six Sigma se ha perfeccionado a lo largo de los años hasta ser lo que es hoy.
Sin embargo, independientemente del perfeccionamiento de dicha metodología, su objetivo sigue siendo el mismo: mejorar los procesos comerciales al eliminar las causas de errores relacionados a un producto o servicio. Esto se logra mediante la creación de un sistema de gestión que identifica sistemáticamente las fallas y proporciona métodos para eliminarlas.
"Six Sigma utiliza un conjunto de métodos y herramientas muy rigurosos, diseñados con el único propósito de producir una mejora sustancial en la calidad del trabajo, la rentabilidad, la satisfacción del cliente y el trabajador, y el liderazgo del negocio", señala Freddy Alvarado Vargas, profesor del PEE de Operaciones, Logística y TI de ESAN.
El método se enfoca en resolver cuatro interrogantes:
1. ¿Cuál es la naturaleza de los defectos que están ocurriendo en el proceso comercial?
2. ¿Por qué tales defectos están ocurriendo y con qué frecuencia?
3. ¿Cuál es el impacto del defecto en los clientes?
4. ¿Cómo se pueden medir estos defectos y qué estrategias se deben implementar para prevenir la ocurrencia de los mismos?
La meta de esta metodología es llegar a un máximo de 3.4 defectos por millón de eventos u oportunidades (DPMO), entendiéndose como defecto cualquier evento en que un producto o servicio no logre satisfacer los requisitos del cliente. Para este motivo, el método requiere de esfuerzos continuos para llevar los procesos al punto donde produzcan resultados estables y predecibles.
Así, Six Sigma define y evalúa cada paso de un proceso, buscando formas de mejorar la eficiencia en la estructura de un negocio, enriquecer la calidad del proceso y aumentar las ganancias finales. Su beneficio más resaltante radica en reducir los costos de producción debido a la menor cantidad de errores. Además, contribuye a una mejora en la gestión de la calidad, permitiendo a las empresas optimizar sus procesos y mejorar la calidad de los productos y servicios ofrecidos a los clientes.
¿Pero funciona? Según informó en el 2006 la compañía Motorola, ésta llegó a ahorrar cerca de 17 mil millones de dólares gracias al enfoque de Six Sigma. Tras tal afirmación, el Six Sigma pasó a ser implementado por diversas organizaciones con mucho éxito.
Existen dos que se usan mayormente, ambas compuestas por cinco secciones, según el libro Statistical and Managerial Techniques for Six Sigma Methodology: Theory and Application, First Edition, de Stefano Barone y Eva Lo Franco.
DMAIC: este método se usa principalmente para mejorar los procesos comerciales existentes. Las letras representan las siguientes acciones:
DMADV: este método se usa generalmente para crear nuevos procesos y nuevos productos o servicios. Las letras representan los siguientes pasos.
Como puede verse, las metodologías de Six Sigma aumentan considerablemente las garantías para ofrecer un producto o servicio en las más óptimas condiciones y con la mayor rentabilidad. Su uso de parte de grandes empresas del mundo representa un testimonio de todas sus ventajas.
Fuentes:
Lean Solutions. "¿Qué es Six Sigma?"
Six Sigma Online. "Six Sigma Basics are Designed to Improve Manufacturing".
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