¿Te has preguntado en algún momento de estos últimos años cómo será el futuro de las organizaciones? Hoy, esta pregunta ya no tiene mucho sentido, por una razón sencilla pero importante. Las organizaciones viven en aquel futuro que se vislumbraba a inicios de los años 2000. El cambio tecnológico es una realidad, la inteligencia artificial (IA) es parte de los procesos de muchas empresas, el metaverso pasó de ser un experimento a una parte estratégica en la toma de decisiones y las redes sociales forman parte de nuestras vidas.

Un nuevo tipo de liderazgo

El avance tecnológico ha generado que muchas empresas peruanas y latinoamericanas cambien su manera de liderar en 180°. Sin embargo, no todos los líderes del pasado han logrado adaptarse con tanta facilidad a un presente lleno de tecnología y donde se han terminado con muchos paradigmas.

El título de este artículo se refiere, precisamente, a que la manera de liderar ahora es diferente. La tecnología automatizó gran parte de nuestros procesos y nos dio el tiempo (factor escaso y preciado), para tomar mejores decisiones y anticiparnos a los cambios reales que el mercado laboral y la coyuntura peruana tan cambiante nos impone. El objetivo es convertir nuestras organizaciones en puntos ágiles, abiertos al cambio constante.

Tim Cook, CEO de Apple, dijo en una de sus famosas keynotes (conferencias de prensa de la marca) que una persona puede centrarse en las barreras o bien en escalar el muro y redefinir el problema. Este tipo de pensamientos debe llevarnos a analizar y replantear la manera en que se está liderando. Las fórmulas del pasado fueron buenas, pero son poco eficaces en la actualidad. El líder de la organización debe tener muy en cuenta que su manera de gestionar debe cambiar. Todo empieza por romper la terrible rutina y centrarse por completo en una verdadera transformación estratégica.

Adopción de nuevas tecnologías

La competencia mundial provoca que muchas organizaciones enfrenten retos realmente desafiantes, dado que el cambio tecnológico, en todos sus niveles, muestra una intensidad que pocos líderes pueden controlar y superar. Por ejemplo, la automatización de los procesos robóticos, el internet de las cosas, la realidad aumentada, las impresiones 3D y la realidad virtual son algunos de los cambios que, en los últimos años, se volvieron piezas claves de los procesos que diferencian la manera de hacer las cosas, mucho más rápidas, autónomas y económicas.

He aquí lo más importante, dado que los líderes actuales deben adoptar estas tecnologías de una manera inmediata. De lo contrario, la competencia lo hará y, en un mercado tan competitivo, no adoptar esta medida es un lujo que definitivamente ninguna empresa debe darse. No obstante, seguramente usted ha escuchado la frase "No todo lo que brilla es oro". De manera relativa, este podría ser uno de esos casos, ya que, si bien la tecnología, la IA y los análisis de datos son indiscutiblemente poderosos, pero también pueden ser inservibles en su totalidad.

La razón es muy simple: el criterio, el juicio, la imaginación y el sentido común son características propias del ser humano que las máquinas son incapaces de poseer. Por ese motivo, el líder debe tener en cuenta que las nuevas tecnologías, en definitiva, mejorarán las cosas, pero no reemplazarán la actividad humana y su tarea es conseguir ese trabajo colectivo entre su equipo y el cambio tecnológico que vivimos en la actualidad.

Es importante que un líder 3.0 conciba la tecnología como una pieza clave para su desarrollo organizacional, pero sin caer en la tentación de usarla de manera innecesaria, ya que puede poner en peligro los esfuerzos de su equipo hacia el logro de diferentes objetivos. Es hora de evaluar si es necesario aplicar las últimas tecnologías, que deberán ayudar a fortalecer las funciones de su equipo y crearán nuevas capacidades organizativas. ¿Cómo aplicas la tecnología en tu organización? Cuéntanos tu experiencia.

* Franco Urbina Romero es docente del curso Fundamentos de la Administración de DPA.

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