Cómo apuntalar el sistema Invierte.pe

Cómo apuntalar el sistema Invierte.pe

Sin un esquema de capacitación constante y medible para los funcionarios públicos, el sistema no logrará ser suficiente. Así lo afirma Ana Reátegui, directora de los programas de Educación Ejecutiva de ESAN y profesora de la Maestría en Gestión Empresarial, en este artículo para El Comercio.

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Sabemos de la relevancia que tienen las inversiones para el país: sin nuevos capitales que aseguren el crecimiento de largo plazo, será casi imposible crecer a los niveles que se necesita. Si bien el sector privado es sustancial, el sector público tiene un rol fundamental en la creación de las condiciones para el crecimiento.

El Gobierno modificó el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), creando el sistema Invierte.pe, cuyo espíritu es que las decisiones de las inversiones públicas se descentralicen, y que los funcionarios públicos puedan diseñar y evaluar los proyectos en sus zonas, apoyados en indicadores sectoriales que aseguren la reducción de las brechas de pobreza y eleven la calidad de vida de las personas. Asimismo, promueve la planifi cación multianual, que permite lograr complementariedades y un manejo presupuestal más eficiente.

Si bien el cambio es loable, podemos ver que, habiendo transcurrido cerca de tres años desde el inicio del programa, no ha habido incrementos sustanciales en las inversiones públicas.

Invierte.pe ha generado la necesidad de nuevos conocimientos y habilidades para el personal de las entidades públicas, que desempeñan funciones dentro de cada etapa del ciclo de inversión: programación multianual, formulación y evaluación, ejecución y financiamiento de los proyectos; por lo que la formación del capital humano es urgente.

Si bien el MEF realiza actividades de formación constante, sere quiere más esfuerzo, ya que este capital humano tiene una alta movilización, por lo que ingresan luego personas no capacitadas, y esto se convierte en un círculo vicioso.

Las inversiones en el país son demasiado importantes para no destinarles todo el esfuerzo de formación de capital humano a nivel nacional, así como dotar a los funcionarios públicos de un adecuado apoyo tecnológico y metodológico para desarrollar sus funciones.

Un plan de capacitación puede considerar una formación de corto plazo, que asegure rápidamente el conocimiento del marco legal al menos, y luego ir armando módulos que vayan a un conocimiento más profundo.

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Fuente: Día 1, El Comercio.