La situación actual de algunos cultivos en el agro peruano no es buena, debido al incremento de la temperatura habitual entre tres y cuatro grados centígrados. En consecuencia, se registran menos horas de frío, lo que afecta en mayor o menor medida a la floración. Los casos más resaltantes corresponden a la uva de mesa, cuya floración se estima que disminuirá un 10 %; los arándanos, con una caída del 15 % al 25 %, y el mango, cuya reducción sería de hasta el 50 %. 

No obstante, cuando converso con ingenieros especialistas jóvenes y no tan jóvenes que trabajan para las empresas del sector, encuentro dos actitudes que me gustaría compartir. Algunos me dicen que así es la naturaleza, que ya vendrán años mejores y que preguntará qué están haciendo los demás. Otros dicen que este problema ya ha sucedido en otros países del mundo y plantean la posibilidad de adaptar a nuestra realidad las fórmulas que ellos emplearon. 

Desde el punto de vista académico, como profesor de la Maestría en Agronegocios de ESAN y escritor sobre temas relacionados con la gestión, estas respuestas me llevaron a concluir que algunos ingenieros no entienden su rol de líderes. Tampoco influyen en sus empresas para lograr un cambio organizacional que les permita enfrentar y resolver problemas de producción bajo distintos escenarios de riesgo. 

Liderazgo basado en problemas

Sin duda, los ingenieros han aportado grandes avances tecnológicos, como el internet, el GPS y la inteligencia artificial. En el agro, las soluciones tecnológicas como el riego tecnificado han aumentado en gran medida la productividad del campo y el uso eficiente de un recurso tan escaso como el agua. 

Los ingenieros deben ejercer un liderazgo basado en la solución de problemas y ser conscientes de que su mejor contribución para resolverlos es el cambio de perspectiva. Esta capacidad los convierte no solo en activos técnicos para sus empresas, sino también estratégicos, ya que pueden cambiar las tecnologías usadas hasta ese momento y ser agentes disruptivos que generen un punto de inflexión. En la actualidad, estos profesionales están capacitados para analizar sistemas y procesos complejos, descomponer los procesos en entidades, encontrar interacción entre las entidades generadas por los procesos y encontrar soluciones alternativas a las ya existentes. 

Conversé con un experimentado ingeniero sobre la escasa floración del mango peruano durante la actual campaña 2023-2024 y la razón por la que en otras zonas como Petrolina, en Brasil, no existe ese problema con el mango Kent. Esta variedad puede desarrollarse sin necesidad de acumular horas de frío, como sucede en el Perú. Conversamos del paclobutrazol, un potente triazol que inhibe la biosíntesis de giberelinas (Marshall et al., 2000) y se ha usado ampliamente para retardar el crecimiento vegetativo e incrementar la fructificación, una práctica muy frecuente en Brasil, Guatemala y algunas zonas de alta densidad en el Perú. 

Ambos coincidimos en que estos eventos de calentamiento en el invierno peruano, a diferencias de otros países, no son constantes, por lo que deberían existir protocolos adecuados para el tratamiento bajo nuestras condiciones. Ello implica una investigación aplicada y un liderazgo basado en la solución de problemas. Sin embargo, tras entrevistar a más ingenieros sobre este tema, me alegró descubrir que están mejor preparados para resolver estos problemas, ya que tuvieron la oportunidad de impulsar un cambio organizacional en sus empresas. 

Perspectivas para liderar un cambio

Para que un líder enfocado en solucionar problemas tenga éxito en una empresa, debe ser consciente de tres perspectivas. En primer lugar, tiene que identificar si la empresa para la que trabaja cuenta con un diseño estratégico que facilite un marco adecuado para enfrentar problemas y resolverlos. 

En segundo lugar, debe ser consciente de que su trabajo consiste en influir en la dinámica de la fuerza laboral y hacer un buen uso de su poder para resolver el problema. Las empresas suelen estar diseñadas como escenarios estables y predecibles. Como consecuencia, muchas tienen estructuras formales poco flexibles y resistentes al cambio. Casi siempre es difícil implementar cambios tecnológicos o de diseño organizacional, ya que generan conflictos de funciones y falta de cooperación. Por ello, es importante que el líder sepa influir, trabajar en equipo y tomar en cuenta el aspecto relacional. 

En tercer lugar, debe entender la cultura organizacional de la empresa, es decir, el conjunto de reglas no escritas que encarnan sus creencias profundas, tradiciones y valores. En ese sentido, es importante precisar que los hábitos adquiridos en la solución de problemas suelen ser muy estáticos, sobre todo en el sector agro. 

En conclusión, enfrentamos momentos difíciles donde los ingenieros tienen que desarrollar un liderazgo basado en la solución de problemas. Asimismo, deben cerciorarse de que tanto su empresa como ellos mismos son conscientes de las perspectivas que tienen en cuenta el diseño estratégico, la dinámica de la influencia y el poder y la cultura organizacional. ¿Cómo gestionas los cambios en tu organización? Cuéntanos tu experiencia. 

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